domingo, 8 de octubre de 2017

El legendario Che Guevara

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Hace 50 años fue asesinado en el pequeño poblado de La higuera, Bolivia, Ernesto Guevara de la Serna, bautizado “El Che” en la Sierra Maestra  cubana y para la posteridad, tras ser capturado en el último combate de la diezmada guerrilla con la que quiso dar inicio a su enseña de “crear uno, dos, tres Vietnam” desde  los Andes.

Nacido en Rosario, Argentina,  médico de profesión, se hizo revolucionario como testigo de la realidad lacerante de los pobres de Bolivia, Colombia, a la que advirtió en las puertas de la infernal violencia de los 50, y Guatemala a la que los yanquis le negaron el derecho de andar derrocando a Jacobo Arbenz. Adhirió en México a la gesta rebelde de Fidel Castro contra el oprobioso régimen de Batista en Cuba,  al comando del Frente de Guerra Oriental con la toma de Santa Clara aseguró el triunfo de la Revolución de 1959 y fue uno de los orientadores del rumbo que tomaría la isla caribeña hacia el socialismo.

Tras ocupar cargos y responsabilidades  relevantes en la dirección de la economía y las relaciones internacionales, los declinó para entregarse a la guerra revolucionaria, primero en una fallida experiencia en el Congo y, luego,  con el Ejército de Liberación Nacional de Bolivia, un destacamento de cubanos, argentinos y bolivianos, conformado por orden de Fidel Castro a instancias suyas, al mando del cual hallaría la muerte.

Su vida y las circunstancias del final  lo convirtieron en una figura mítica de las rebeldías y el contra poder en el mundo, fascinante parábola vital que sigue siendo motivo para las ciencias sociales, el periodismo, la literatura, el cine, el arte y la historia.

De la Sierra Maestra a Ñancahuanzú
En sus viajes por Latinoamérica, el Che joven palpó la miseria, el engaño del reformismo, el vasallaje a la Casa Blanca y el tutelaje del imperio, situaciones que  lo llevaron a la convicción de la necesidad de un cambio por la vía revolucionaria. Embarcó en el yate Granma en México y vivió el fracaso del desembarco pero con el Ejército Rebelde liderado por Fidel Castro, en la Sierra Maestra emergió su ruda alma guerrera y fue artífice de la toma del poder. Presidió los tribunales revolucionarios que juzgaron a los miembros de las fuerzas represivas del régimen batistiano, muchos de los cuales fueron condenados y ajusticiados, polémica actuación que se convirtió en argumento político de los enemigos y detractores suyos y de la revolución.

Teorizó, actuó  y polemizó desde el marxismo. Cuestionó el burocratismo, la ineficiencia y el afán de lucro. Promovió la reforma agraria,  la planificación centralizada, el trabajo voluntario  y los estímulos morales en su ideal de un “hombre nuevo” y trató de enseñar con el ejemplo. Representó a Cuba en los grandes escenarios diplomáticos del mundo, donde impactó su discurso contundente y elocuente. Fue un convencido y radical antimperialista. Denunció los desequilibrios de la economía mundial, reclamó equidad de los países socialistas y logró con ellos acuerdos favorables sin renunciar a cuestionarlos.

La experiencia de la Sierra Maestra y la victoria de  la revolución, en la que fue protagonista como estoico y avezado combatiente, se tradujo en  su teoría del foco guerrillero, con la que planteó que un destacamento de revolucionarios en armas en un contexto de condiciones objetivas favorables, como era la situación de miseria y explotación de buna parte del mundo, podía crear las condiciones subjetivas para el levantamiento popular, concepción que resultó inviable en entornos diferentes al cubano. “Otros pueblos reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos”, dijo en carta a Fidel en la que le comunica su decisión, la cual el líder lee con voz compungida en un acto de una organización de masas el 3 de octubre de 1965, en medio de aplausos y nostalgia.

Su vida selló un compromiso voluntarioso tras ser capturado con un balazo en la pierna izquierda en la quebrada del Churo en la región de Ñancahuanzú. Detenido en la escuela del caserío de La Higuera mientras se definía su suerte, ya que los militares querían evitar un escándalo más resonante que el creado por el juicio a Regis Debray, periodista involucrado en la guerrilla del Che,  al final,  por órdenes del general Barrientos, presidente, y el alto mando, el 9 de Octubre de 1967, en presencia de agentes de la CIA contrarios a la decisión, fue baleado por un oficial nativo ebrio al que médicos cubanos le devolvieron la vista 40 años después y a cuya hija, el presidente indígena Evo Morales nombraría como segunda al mando de las Fuerzas Armadas.

La noticia fue confirmada por Fidel Castro al pueblo cubano en una comparecencia televisada el 15 de octubre de 1967. El 18 se realizó una velada solemne en memoria de Guevara en la que Fidel proclamó “Si queremos expresar cómo aspiramos que sean nuestros combatientes revolucionarios, nuestros militantes, nuestros hombres, debemos decir sin vacilación de ninguna índole: ¡Que sean como el Che!  Si queremos expresar cómo queremos que sean los hombres de las futuras generaciones, debemos decir: ¡Que sean como el Che!  Si queremos decir cómo deseamos que se eduquen nuestros niños, debemos decir sin vacilación: ¡Queremos que se eduquen en el espíritu del Che! El  Che fue declarado Héroe Nacional, proclamado “Guerrillero Heroico” y se convirtió en estandarte de las luchas populares en el mundo.

El enigma de su cuerpo, sus manos y su diario
Acicalado tras ser asesinado y expuesto en la pileta de una escuelita para corroborar que estaba muerto, las fotografías contribuyeron a darle a la escena un aire místico. Luego los militares subalternos le cortaron las manos y las depositaron en un frasco con formol para identificación e intentaron incinerar el cuerpo de lo cual desistieron tras varios intentos, para finalmente amarrarlo a los soportes de un helicóptero y conducirlo por el aire hasta Vallegrande y enterrarlo en una de las fosas que cavaron para arrojar los cadáveres de los demás guerrilleros abatidos, cerca de la pista del aeropuerto, operación que se ocultó por un pacto secreto al que se puso final 40 años después.

En 1996, el periodista estadounidense Jon Lee Anderson en la búsqueda de material para su biografía sobre Guevara entrevistó a uno de los militares responsables de la operación en su contra, quien ante una pregunta hecha al final y “por si acaso” le reveló el secreto, tras de lo cual forenses argentinos y un nutrido grupo interdisciplinar conformado por el gobierno cubano trabajaron en forma ardua para finalmente confirmar en julio la identificación de todos los cuerpos, incluido el del Che sin sus manos. Cuba erigió un impactante monumento a la a los caídos en Bolivia en la ciudad de Santa Clara y luego de multitudinarios homenajes en La Habana y Santa Clara los restos de Guevara y sus compañeros fueron depositados en el memorial.

Los pormenores de la experiencia boliviana de la guerrilla, desde las expectativas y el entusiasmo ilusorio del comienzo, su progresiva desintegración, hasta  los tormentosos momentos de la derrota, fueron consignados al detalle por el Che en una libreta y una agenda que describen las vivencias y padecimientos de los rebeldes desde noviembre de 1966 hasta el 7 de octubre de 1967. Los diarios le fueron confiscados con otros objetos al momento de su captura. Fotocopias de algunas páginas fueron entregadas a los periodistas que viajaron a Vallegrande a cubrir la noticia, para corroborar que se trataba de Guevara. El gobierno militar, buscando lucrarse, los declaró bien patrimonial a la espera de la compra de derechos de publicación por una editorial internacional.

Por coincidencias del destino, tanto las manos como el diario de Guevara llegaron a las manos de Antonio Arguedas, un exmilitante comunista que para entonces fungía como ministro del interior y mal escondía su molestia por el fusilamiento del guerrillero. Luego de las pruebas de identificación, Arguedas se quedó con las manos porque el militar responsable, al preguntarle qué hacer con ellas, le dijo, “haga con ellas lo que quiera”. Al ministro también le fue encomendado sacar una copia del diario, lo que aprovechó para hacerse a  una adicional.

Una vez con los objetos en su poder, Arguedas contactó a Víctor Zannier, un viejo camarada, para encargarlo de hacerlos llegar al gobierno cubano. Zannier contactó a Hernán Uribe, miembro del equipo directivo de la revista de izquierda Punto Final, en Santiago. Uribe y sus colegas periodistas planearon la operación “Tía Victoria”: Zannier les entregó clandestinamente el microfilm del escrito camuflado en un disco lp de música andina y Mario Díaz lo llevó a La Habana vía México en otro lp. de música clásica. De esta forma, las cuitas y tragedia de la guerrilla del Che en la selva boliviana fueron impresas con urgencia y entregadas al pueblo en forma masiva en la isla y se regaron como pólvora por el  mundo.

Así el gobierno cubano se adelantó a una posible venta por los militares bolivianos, su falsificación con fines políticos por la CIA, tergiversaciones del gobierno de Estados Unidos y probó que existió comunicación permanente entre Guevara y Castro para desmentir el supuesto abandono de los guerrilleros y el interés de Fidel por deshacerse de quien los comandaba. En 1984, alguno de los  corruptos militares bolivianos en el poder, quizá el aliado del narcotráfico Luis Arce, hurtó el original que apareció ofertado por la casa de subastas Sotheby´s de Londres, conteniendo páginas adicionales a las conocidas hasta entonces y de gran interés. Abogados al servicio de Bolivia evitaron la venta y los recuperaron regresando a los archivos del Banco Central de Bolivia.

Las manos tuvieron también un trasiego novelesco. Zannier le encomendó al militante comunista Juan Coronel Quiroga la misión de llevarlas a Cuba. En julio de 1969 le entregó una bolsa de viaje con el frasco que contenía las manos reblandecidas por el formol verdoso y la mascarilla de reconocimiento hecha al Che. Mientras ingeniaba el plan para trasladarlas, Coronel las tuvo cinco meses debajo de su cama en una pieza en arriendo en La paz. En diciembre las embarcó como equipaje de manos en un periplo que lo llevó por Lima, Guayaquil, Bogotá, Caracas y de allí a Madrid, París y Budapest, Hungría, donde un contacto del Partido Comunista le coordinó una cita con sus camaradas de Moscú para que éstos facilitaran la entrega a Castro.

En la capital rusa se encontró con Zannier quien gestionó su viaje a La Habana pero fue rechazado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, pues el gobierno consideraba a Coronel un traidor por pertenecer al PC boliviano que le había dado la espalda al plan guerrillero de Guevara. Entonces los bolivianos las entregaron a funcionarios de la embajada cubana en Moscú y fueron enviadas el 5 de enero de 1970 a La Habana.

Tras conocerse la publicación del diario del Che el 1 de julio de 1968 en Cuba, Arguedas huyó a Chile, de allí viajo a Inglaterra y  luego a Estados Unidos  donde por las reuniones que sostuvo se verificó el rumor de que también era agente de la CIA. Al regresar en 1969 a Bolivia  fue encarcelado por un tiempo y se declaró marxista. Luego de sufrir un grave  atentado organiza la entrega las manos del Che y  se asila en México. A finales de la década de los 70, vuelve para activarse en el ejercicio político y monta un grupo de investigación contra el narcotráfico, lo que le cuesta un montaje de la policía para vincularlo con actos terroristas y finalmente su muerte en un atentado al estallarle  una bomba que fuentes policiales le atribuyó.

El enigma y la tragedia que envuelve la muerte del Che, el destino de su cadáver, sus manos y su diario se extiende a la muerte violenta de la mayoría de quienes intervinieron en su asesinato. El dictador Barrientos murió al estrellarse el helicóptero en que viajaba, en abril de 1969, el comandante de la ejecución fue baleado en París en noviembre de 1970 por una célula clandestina al tiempo que en Hamburgo, la joven boliviana de origen alemán Mónica Erlt, miembro del ELN del Che en reconstrucción, mató a tiros a Roberto Quintanilla, quien ordenó la amputación de las manos.

En 1973, el coronel que intentó incinerar el cuerpo fue muerto a golpes en La Paz. El General Torres, miembro del alto mando decisor de la muerte de Guevara y luego al frente de un golpe de izquierda de breve duración, fue ultimado en Argentina en el 76 por orden de la dictadura boliviana. Gary Prado, captor del guerrillero quedó paralítico en una acción represiva que dirigía contra pobladores en Santa Cruz de la Sierra


El Che en el presente
En una de las ferias de innovaciones tecnológicas más importantes del mundo, Las Vegas, Nevada, Enero de 2012, Mercedes Benz, la fábrica de autos para los multimillonarios, presenta un nuevo modelo. Los creativos publicitarios despliegan al fondo del escenario la más famosa imagen del Che Guevara remplazando en la boina la estrella de cinco puntas por  el símbolo de la marca y el letrero ¡Viva la Revolución! El presentador justifica el contrasentido con el argumento de que el auto invita a compartir y si eso es revolucionario, “bienvenida la revolución”, con tal de vender.

Desde luego que la reacción de la comunidad cubano-estadounidense anticastrista no se hizo esperar y ante el temor de perder clientes, la agencia de publicidad y la fábrica se disculparon con cualquier tontería, de las que se acepta siempre y cuando incluya desaprobación al gobierno de Cuba. Lo que no se entiende es cómo estos genios pretenden cautivar a unos consumistas alienados artífices y súbditos del capitalismo salvaje, con la presencia y las ideas de quien dio su vida combatiendo  ese modelo de explotación por responsable del hambre que avergüenza a la humanidad, a menos que en el fondo consientan en la verdad de su mensaje.

Evo Morales, indígena aymará, Presidente de Bolivia, gestor de los cambios más importantes de la historia de ese país en la afirmación de derechos para las minorías nativas, llega a La Habana a comienzos de Octubre de 2012 en visita de Estado. En la parte izquierda de su tradicional saco, adornado con tejidos de motivos precolombinos, luce un adhesivo con la imagen del Che. La hija de uno de los militares bolivianos que  combatieron contra Guevara ha dicho que hay que apoyar a Evo porque lucha por lo que murió el argentino.

Casi al tiempo, una congresista de La Florida, EE.UU, irrumpe iracunda en los medios de comunicación para denunciar el despropósito de la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA), que, para celebrar el Mes de la Hispanidad,  envió un correo electrónico ilustrado con una imagen, probablemente tomada en Cuba, en la que tras una carreta tirada por un caballo,  asoma  un mural en la pared con la efigie de Ernesto Che Guevara y la frase “Hasta la victoria siempre”. Los funcionarios de la entidad se apresuraron  a ofrecer disculpas por el “descuido” de algún subalterno que, seguro, sabía lo que hacía.

En Colombia, la guerrilla más vieja del continente, tácticamente distante pero ideológicamente identificada con el Che,  asume el reto de negociar una salida política al conflicto armado que por medio siglo ha desangrado al país, con la demanda de tierra  y justicia  para los pobres del campo que abanderó Guevara, como condición de la renuncia a la vía armada. Entre tanto el ELN, mas afín al pensamiento guevarista asume el escenario de la negociación política para desmovilizarse. Se cierra así el ciclo abierto por la Primera y Segunda Declaración de La Habana de apoyo a la insurrección armada en el continente y la decisión del Che de volver a la lucha guerrillera en los montes de Bolivia, donde encontró la muerte. 

Al cumplirse 50 años del asesinato del Che, Fidel, su compañero de luchas y proyectos, ya no está. Ahora de los dos lo que diga la historia.



sábado, 10 de junio de 2017

"Saulito" y la degradación moral del país

El subsecretario del Senado Saúl Cruz  -“Saulito”, entre sus validos del Senado- en una actitud tan pueril como bandidesca, para vengarse de reportes informativos del noticiero de televisión Noticias Uno sobre sus andanzas politequeras, las de sus colegas administrativos, de los congresistas y de su familia, montó una agresión del camarógrafo en su contra para salir a quejarse desde el atril de la plenaria del supuesto ataque, simulando tristeza y dolor. Farsa que necesitaba la partidocracia clientelista sentada en las curules para desatar sus rabias contenidas contra el informativo, porque en varias ocasiones ha hecho públicas sus vagabunderías y fechorías.

La trama le salió mal a “Saulito”. La cámara del noticiero grabó de corrido y registró el autogolpe, además su dirección solicitó a la presidencia del senado las grabaciones internas, que le fueron facilitadas con la seguridad de que el subsecretario no podía haber sido tan obvio. Pero resulta que sí, los tramposos se acostumbran y creen que nunca los van a pillar, aunque siempre hay una vez y, muchas veces, mas de una. Denunciada la tramoya en amplia nota de Noticias Uno y desatada la indignación, en sesión que cuestionó la actitud del funcionario la mayoría de compinches de Cruz  hicieron mutis por el foro, algunos de los vociferantes se declararon engañados pero alegaron ante cualquier determinación “debido proceso” en favor de su aliado y solo doce senadores solicitaron una drástica sanción frente a semejante grosería.

El patético “Saulito”, mediante carta al noticiero presentó disculpas, con distorsión de los hechos -la grabación muestra que buscó golpearse contra la cámara-, “al querer esquivarlo se presentó el contacto con la cámara, fue un hecho accidental y fortuito, no lo emebestí y también entiendo que no fue el propósito del camarógrafo hacerlo”, y exculpándose con cinismo por sus palabras “originadas por la confusión, emotividad y estrés del momento al cual no estoy acostumbrado” lo que “me llevó a cometer una imprecisión a la hora de transmitir lo que pasó”. Y ya. San se acabó. Semejante escándalo que se lleva por delante la credibilidad de una poder del Estado y del funcionario que certifica sus actuaciones, que además resultó cabildero de intereses reaccionarios -en cámara se le ve desesperado buscando votos para el candidato derechista a la Corte Constitucional- y protegido de un exprocurador separado de su cargo por haberse hecho elegir canjeando votos por puestos.

Ofrecer perdón y retractarse ya no es una compensación de vergüenza por la ofensa originada sino una táctica para diluir la acción judicial una vez logrado el efecto difamador mediático. Práctica recurrente del expresidente Uribe y sus correligionarios con desdén absoluto por las leyes cuando son ellos las que las trasgreden, evidente en las sucesivas ocasiones en que injurian y calumnian para luego desdecirse ante los jueces con disculpas o rectificaciones forzadas que de forma cínica mantienen el agravio, como con Holman  Morris, Yohir Akerman, Daniel Coronel, Julián Martínez, Daniel Samper Ospina y las madres de los muchachos asesinados por el ejército residentes en Soacha, luego de engañarlos para atraerlos y presentarlos como bajas en combate, sobre quienes lanzó la especie de que podían ser delincuentes para tratar de rebajar la gravedad del crimen propiciado por las licencias de la “Seguridad Democrática”.

El caso de Cortés hace gala de  la excremental táctica de la posverdad utilizada por el uribismo para emberracar al electorado en contra del plebiscito por la paz y ahora su arma predilecta. Con total descaro ofrece  un perdón ofensivo al tratar de cubrir un embuste con otro y el inefable Uribe sentencia que si es “un perdón honesto debe concedérsele”. Por jugarretas como esas se expulsa estudiantes indisciplinados de los colegios, se les quita la salida del domingo a los hijos en el propósito altruista de corregir el engaño y la mentira y cortar por lo sano. Pero resulta ahora que, con la premeditación y picardía mas descarada, con el ánimo de hacer daño a la imagen de un medio de comunicación, en el recinto por excelencia de la democracia, un alto funcionario del poder legislativo monta una treta de la peor calaña, cuyo mal ejemplo orada cualquier principio de moralidad y basta con fingir para reparar el daño.

Mientras el Congreso da las peores demostraciones de clientelismo y chantaje como parapeto al poder y mecanismo de negociación entre poderes, la oposición de derecha acude a los mas bajos procederes para dar al traste con quien considera un traidor y conseguir el poder pleno para arrear al país, el Consejo Electoral de la partidocracia pierde decencia al setarse su presidente a manteles con sus vigilados e intentar cambiar a la fuerza mecanismos como la revocatoria para favorecer a sus protegidos, como también  el Contralor Distrital en sus encuentros “casuales” con los concejales bajo su lupa para comer hamburguesa y el Fiscal General que, con drasticidad en unos casos, trata de eludir el impedimento generado en su vinculación con el escándalo de Odebretch  (vía Grupo Aval-Navelena). Caso éste último que enloda por igual al Presidente de la República, al principal candidato de la oposición en las últimas elecciones y a buena parte de la clase política.

Cómo puede ser que una parte de la sociedad, para mayor precisión en las responsabilidades la mayoría de representantes de la clase política con presencia en el Congreso de la República y sus partidos, incluido un expresidente de la república, exculpe por un perdón mentiroso, un montaje vil cuyo efecto nocivo en la moralidad, la ética pública y la legitimidad institucional en un país donde éstas están por el suelo por la corruptela generalizada y entronizada como basamento del poder político, es inconmensurable. La renuncia de Saúl Cortés sería lo mínimo. Pero mas allá de la satisfacción momentánea que generaría, poco probable o leve en un escenario de favores mutuos, de poco sirve porque la corrupción está enseñoreada en todas las instituciones del Estado. Esta casa, nuestra amada Colombia,  necesita una limpieza general.


lunes, 15 de mayo de 2017

Paz, poder y música, otra mirada a la Filbo 30


Finalizada la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2017, en su versión número 30, y tras los balances de novedades, asistencia y ventas, obligatorios para evaluar el impacto del evento desde la industria editorial y la promoción ferial, vale la pena reseñar algunos aspectos poco difundidos o simplemente ignorados por las notas periodísticas, que contribuyen a que ésta no sea una feria comercial más -a pesar de que ese es su interés de fondo-  dado el ámbito cultural en que se desenvuelve. 


TIMOCHENKO EL ULTIMO GUERRILLERO
En este propósito, más allá de los lanzamientos, listados de ventas, la presencia apabullante de editoriales internacionales y encomiable de las independientes, el modesto desempeño de Francia como invitado  y la participación de firmas estelares del mundo literario como los premios Nobel Coetzee y el  anunciado pero ausente Naipul, Vila Matas, Kazenbac y Ford, fue relevante la coyuntura de paz abordada desde temáticas relacionadas con la reconciliación, el posconflícto, la justicia restaurativa, el pluralismo, la inclusión, la democracia radical y la actual transición latinoamericana en el contexto de derechización del mundo.

De las balas a las letras
De alguna manera, la reincorporación de las Farc a la sociedad tuvo manifestaciones notorias en la feria que, a diferencia del Congreso de la República, abrió sus puertas para que los comandantes la recorrieran como visitantes y participaran en algunos actos y conversatorios: Carlos Lozada con el caricaturista Vladdo y el cineasta Sergio Cabrera sobre cultura, Santrich acerca de su creación poética y musical y Valentina Beltrán, la bibliotecaria de la zona de transición de Icononzo (Tolima), respondió al  periodista Fernando Araujo ¿Qué leen las Farc?. También hubo presentaciones de artistas de estirpe fariana como el rapero Blackestevan, el reguetonero Martín Batalla, el cantautor vallenato Julián Conrado, la pintora Inti Maleywa, que además de exposición presentó un libro publicado por Independencia Records, y Manuel Bolívar director de la agencia periodística Nueva Colombia Noticias.

Un secreto bien guardado hasta su lanzamiento en la feria fue Timochenko El último guerrillero, entrevista de largo aliento del periodista Jorge Rojas con el comandante genera las Farc. Un pasado cercano y la insistencia tenaz de Rojas permitieron que “Timoleón Jiménez” accediera a develar episodios de su vida, la guerrilla y la negociación de paz. El padre  de Rojas, un conservador furibundo de Quimbaya (Caldas) fue objeto de las primeras pilatunas rebeldes del joven hijo de un comunista drástico, que desde la comandancia llevaría a las Farc a su desmovilización. El entusiasmo ciudadano de Rojas fue cuota importante en la reelección del Presidente Santos en Bogotá en apoyo al proceso de paz que le permitió reencontrase con su amigo de la adolescencia. Rojas presentó el libro en diálogo con los comandantes Pastor Alape y Jesús Santrich.

Editoriales como Izquierda Viva, la Fogata, Ocean Press, Aurora y Desde Abajo presentaron numerosos títulos de historia, análisis, correspondencia  y documentos de las Farc y el ELN: Papá, son los muchachos de los comandantes elenos Nicolás Rodríguez y Antonio García, testimonios y perfiles de Marulanda, Jacobo Arenas, Ciro Trujillo, Camilo Torres, los Acuerdos de Paz de la Habana y el Teatro Colón, con las modificaciones posteriores al no. Paradójica muestra de la libertad de pensamiento e imprenta en el país, mientras en los territorios asesinan a mansalva a quienes piensan diferente y actúan en defensa de los derechos y el respeto de la vida.

También divulgaron libros sobre pensamiento revolucionario, ecologismo, una serie gráfica de antiprincesas latinoamericanas dedicada a mujeres rebeldes, los cambios en Cuba, la crisis venezolana, la revolución ciudadana del Ecuador, América Latina. Huellas y retos del ciclo progresista, una valoración colectiva de la emergencia e incidencia de los gobiernos alternativos en el subcontinente. Las editoriales vascas Txalaparta y Oveja Roja hicieron presencia con puesto propio para promocionar un catálogo fuerte en contenido político de izquierda, cuestionamiento a las implicaciones del neoliberalismo, historia de los movimientos sociales e insurgentes en el mundo y  exquisito en materia literaria con autores de todo el planeta. Todo en magnificas ediciones.

El stand de Cuba, siempre con sorpresas, entre otras: El polvo y el oro, una fascinante novela de Julio Travieso Serrano que narra el devenir de la isla y de una familia a través de seis generaciones y la historia de la esclavitud desde la mirada de una esclava practicante de la santería, quien lleva su venganza contra sus amos más allá de la muerte. Del maestro de la novela negra y aventajado intelectual de origen uruguayo cubanizado Daniel Chavarria (El rojo en la pluma del loro, Adios muchachos, Priapos (Lo que dura dura en Seix Barral) Yo soy el Rufo y no me rindo, biografía del legendario Raúl Sendic. Además de títulos de Padura, Martí, Carpentier, Guillén, Piñeira, Loynaz, sobre Los Van Van, Eliades Ochoa, el Septeto Nacional y la siempre solicitada literatura e iconografía de la Revolución. Palestina, la guerra en Siria, el islamismo radical,  kurdistán  fueron temas abordados en conferencias y conversatorios (Víctor de Currea, Eduardo Kronfli, Heydi Abuchaibe) marcados por la solidaridad con las resistencias, las culturas y luchas por independencia y soberanía en el Medio Oriente

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En un ameno diálogo con el sociólogo Eduardo Pizarro, quien presentó su libro sobre los procesos de paz, Humberto de la Calle contó detalles del que lideró exitosamente para la reincorporación de las Farc al tiempo que advirtió sobre la regresión histórica y el daño social que podría causar un eventual desconocimiento de lo acordado con esa guerrilla en La Habana. Advertencia que reiteró en la conversación sobre La Paz como revolución M-19, enjundioso volumen de la antropóloga Vera Grabe, con prólogo suyo. Vera llamó a trascender la paz comprendida como acuerdo para desactivar actores de violencia hacia la construcción colectiva de convivencia. De manera sugestiva aconseja reemplazar los anteojos de guerra con los que hemos visto y perpetuado el odio, por anteojos de paz que, al mostrarnos los matices y contrastes, derrumban verdades absolutas y narrativas excluyentes y nos dan elementos para aceptarnos en la diferencia.

El periodista Guillermo González Uribe -Gaspar León en las apetecidas columnas del Magazín Dominical de El Espectador en los años fieros del fin de siglo XX-  presentó en diálogo con el analista y escritor León Valencia su novela A pesar de la noche, relato en dos líneas entre el testimonio propio y la ficción, de esas décadas marcadas por las ilusiones rebeldes, la acechanza en las esquinas, los asesinatos selectivos, el genocidio de la Uníón Patriotica, las paces traicionadas, las esperanzas rotas, de un lado. La bohemia, el delirio y los extremos, del otro. Y a pesar de la noche, el país de pie, en sus movilizaciones, en su arte, en su resistencia, en su porfía por la paz y la vida.

Resultado de imagen para harapos y banderasPerdida entre la programación, una gran sorpresa, síntesis de glorias épicas y dolorosas frustraciones, Gabriela Selser, hija del extraordinario periodista e historiador nuestroamericano, Gregorio Selser, el descubridor de Sandino. Modesta, entre cócteles de lanzamiento y ofertas de marketing, presentó su soberbio testimonio Banderas y harapos. Relatos de la Evolución en Nicaragua, prologado por Sergio Ramírez. Las cuitas de la adolescente urbana argentina que para llevar a la praxis la teoría de su padre se fue a alfabetizar a las montañas en la Nicaragua recién liberada el 19 de Julio de 1979, en medio de la mas pavorosa agresión auspiciada por Estados Unidos, y 10 años después, en medio de lágrimas, fue testigo de la derrota electoral del sandinismo ante el hastío y la desesperanza del pueblo.

La lupa en los asuntos del poder
El sociólogo Boaventura Dos Santos, fue esperado, escuchado y aplaudido en sus agudos análisis sobre el ascenso de la derecha en el panorama mundial y latinoamericano de la mano de la denominada posverdad, facilitada por el imperio de las redes sociales, que ha impuesto el engaño y la afectación de la emoción como mecanismo de manipulación política. Por ello urgió como antídoto la necesidad de fortalecer a la comunidad, concientizar al sujeto político para una “democracia de alta intensidad como alternativa a la guerra".

En su mirada sobre el retroceso de la tendencia progresista en los gobiernos de América Latina señaló la apelación al asistencialismo, la economía dependiente, la reiteración de vicios de la política tradicional, el analfabetismo político y la ausencia de cambios estructurales, sin dejar de lado, desde luego, el peso determinante de los poderes tradicionales transitoriamente apartados de los gobiernos pero indemnes y activos en la sociedad. Estos temas fueron abordados en el diálogo Democracia y transformación social que adelantó con Alfredo Molano, Leopoldo Múnera y César Rodríguez y en la conferencia Democracia en tiempos inciertos.

El abogado y filósofo pastuso Víctor Guerrero Apráez, autor del notable libro Guerras civiles colombianas. Negociación, regulación y memoria, que analiza cómo las  negociaciones y prácticas de regulación de las guerras civiles del siglo XIX, ayudaron a formar las estructuras estatales e identidades sociales que caracterizan al país, lanzado en la feria el año anterior, en esta versión presentó El reconocimiento de la beligerancia. Dos siglos de humanización y salida negociada en conflictos armados, recorrido histórico y conceptual sobre  beligerancia como instrumento jurídico y político base de normatividad humanitaria vigente en el mundo. Clave en un país donde el uso político del término o su negación han servido para intentar atenuar o acabar o, por el contrario, prolongar por interés una tragedia nacional.

El sociólogo e investigador argentino Daniel Feierstein conmovió la asistencia con sus charlas sobre El genocidio como práctica social, donde analiza la matanza con fines políticos como una práctica social tendiente a la destrucción del enemigo construido en la mentalidad de la sociedad y la reorganización de relaciones sociales. Una perversa tecnología de poder dirigida a producir por la violencia la aversión al cambio. Su mirada se basa en el genocidio ejecutado por el nazismo entre 1933 y 1945 y el ocurrido en Argentina durante el período 1974 y 1983. Desde otra óptica, Mauricio García Villegas con su libro El orden de la libertad puso sobre el tapete el necesario debate sobre valores como orden, libertad y moral, el desafecto generado hacia ellos por su imposición negativa en regímenes autoritarios pero su imperiosa vigencia para la legitimidad y el fortalecimiento del Estado, consolidar la democracia pluralista y afianzar la convivencia social.

La Fundación Paz y Reconciliación hizo públicos dos libros resultados de investigaciones recientes en sus líneas de Conflictos asociados al desarrollo y Conflictos, Paz y Posconflicto.  La minería en el posconflicto, un asunto de quilates, es un documentado diagnóstico de los estragos de la minería ilegal practicada por la necesidad de supervivencia de los habitantes de distintas regiones, el extractivismo depredador impulsado por los actores armados presentes y ocupantes de las zonas abandonadas por las Farc, así como por la laxitud regulatoria y política gubernamental con las empresas extranjeras. El libro  prende las alarmas sobre los problemas que esto representa para la consolidación de escenarios de convivencia y propone alternativas para enfrentarlos.

Resultado de imagen para piero mi querido piero maureen mayaEn Seguridad y Justicia en tiempos de Paz, Ariel Ávila y el exministro de Justicia Jorge Londoño repasan la realidad de los dispositivos judiciales y de seguridad en los municipios tradicionalmente afectados por el conflicto armado y diversas formas de criminalidad, para adelantar una serie de recomendaciones relacionadas con la presencia y acceso al aparto judicial y creación de nuevos cuerpos de policía con funciones relacionadas con las condiciones para asegurar la tranquilidad ciudadana y el derecho a la vida en esas zonas.

Entre Mi viejo y Dos gardenias
La música tuvo presencia notable en los auditorios de Corferias que contaron con la presentación de libros en entrevistas cantadas de Aterciopelados, Andrés Cepeda y Fito Páez. No tan contemporáneo pero recordado en las memorias familiares y las luchas latinoamericanas, los derechos humanos y la democracia, el argentino con nacionalidad colombiana Piero, presentó la entrevista biográfica Piero, mi querido Piero, de la periodista Maureén Maya, quien para hacerla realidad se convirtió en su sombra. Narra aspectos desconocidos u olvidados de la parábola del cantante comprometido que ha sido mensaje de esperanza en la historia dramática y ofuscada de América Latina.

La relación de Piero con Colombia es entrañable desde que la policía judicial lo sacó del país por participación en política a finales de los 60 cuando demandaba “Para el pueblo lo que es del pueblo”, pasando por su clamorosa arenga “Colombia vos tendrás que renacer” tras el holocausto  del Palacio de Justicia y la avalancha de Armero, hasta su presencia dando aliento en remotos pueblos de todos los puntos cardinales del país, azotados por masacres. Este che buena onda siempre ha estado con nosotros. El libro, con prólogo de Adolfo Pérez Esquivel y textos, entre otros, de León Gieco y Víctor Heredia, incluye su último trabajo discográfico América.


Sobre ‘But Beautiful’ (‘Pero hermoso’) del escritor británico Geoff Dyer, favorito entre los anglosajones desde su publicación en 1991 y calificado por  músicos como el libro máximo sobre jazz, disertó el escritor argentino Jorge Fondebrider  para dar paso al concierto de jazz a cargo de Daniel Correa Trío: ¡Barrio Líbre! Y la Orquesta de Poetas (OdP), una banda musical compuesta por Felipe Cussen, Fernando Pérez,  Federico Eisner y Pablo Fante, cuatro poetas jóvenes chilenos, lanzó su trabajo discográfico “Declaración de Principios”, proyecto orientado a “explorar los cruces de poesía y música”. En compañía del poeta Carlos Cociña presentaron un recital homenaje a Violeta Parra con poesía y canciones de la querida “Viola”.

Entre presentaciones y lanzamientos otro libro desapercibido, mas en un país que idolatra al biografiado: Daniel Santos La Habana que hay en mí de la periodista cubana Rosa María Fernández. La estancia y éxito del “inquieto anacobero” boricua en la Cuba de los 50 e inicios de la Revolución, contextualizada en el ambiente político enturbiado, la represión, la mafia y el triunfo de los “barbudos” al mando de Fidel Castro que cambiaría el rumbo de la isla. La vida desordenada y barriobajera de un pleitero mujeriego de gran sensibilidad social y patriotismo. Autor de Sierra Maestra el himno de la Revolución, cantor preferido en los traganíqueles de las cantinas latinoamericanas por sus boleros sentidos y sabroso animador del desorden: “Vive como yo vivo si quieres ser bohemio”. De ka mano de Rosa, los años que Daniel alborotó La Habana.


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