martes, 25 de diciembre de 2012

Navidad, religión y nueva espiritualidad


La Navidad me gusta, como a muchísima gente, por la tradición familiar, la luminosidad y el festejo, la natilla y los buñuelos, los abrazos y regalos, las expresiones de solidaridad, generosidad y afecto y el pretérito enigmático que la envuelve. No me gusta, como a tanta otra, por la retahíla de la novena, el sonsonete de los villancicos, la rezadera autómata, el festín de los mercachifles, las falsas promesas, las frases hipócritas, las pendejadas del Papa y el embuste de gozársela como una costumbre idólatra simulando lealtad a una  historia fraudulenta inventada y fomentada para mantener fiel al rebaño. 

La Natividad, en su contenido teológico, es una de las tantas invenciones, a través de los siglos, de los “sumos pontífices”, “santos y santas” y curas y monjas para dar cuerpo doctrinario a la religión católica. Sin certeza sobre la fecha de nacimiento de Jesús, para ganarse a los pueblos paganos, adaptaron el 25 de diciembre, momento del calendario en que por iniciarse el solsticio de verano, estos celebraban al Sol victorioso, la fecundidad y la cosecha. Así, comparte fecha de advenimiento con personajes mitológicos como Apolo en Roma, Horus en Egipto, Harpócrates en Grecia, Mitra, Manú y Buda en la India, Huitzilopochtli de los aztecas e Inti de los incas y, excepto los del “nuevo mundo”,  una madre virgen en el abrigo de un establo -“Benedicto XVI” Ratzinger acaba de suprimir la mula y el buey.

Las investigaciones dicen que no es la única falsedad o invento oportunista que se convertiría en rito. La mayor parte de los hechos que configuran la Navidad fueron ideados en el siglo IV d.n.e. a partir de la suma de leyendas. Jesús no nació en Belén, la virgen María perdió la virginidad y tuvo más prole -afirmación cuya cita le costó la prohibición de escribir para el público al Padre Alfonso Llano-, los tres reyes no eran reyes, no eran magos, ni eran tres. No hubo día de los inocentes ni estrella de David. A Melchor lo pintaron de negro en el siglo XVI para atraer a la gente de esa raza del África mientras los reyes católicos eran bendecidos por esclavizarla. Los tiernos villancicos surgieron de los no tan tiernos cantos cortesanos. Francisco de Asís “vistió” por primera vez el pesebre en el siglo XVII. De Castilla nos viene la religión, el idioma y lo  villanos. Ahora, vía EE.UU, un monje turco disfrazado en EE.UU. por Coca Cola, comparte el protagonismo comercial.

Como la Nochebuena, la catedral católica está empedrada en fruslerías, falsedades, crímenes abominables, pederastia, complicidades, boato, sangrpersecuciones, violencia, guerra, aberraciones, robos, estafas  y terror. Basta leer el ensayo La puta de Babilonia de Fernando Vallejo para repasar el horror que ha significado para buena parte de la humanidad y a Pepe Rodríguez para asombrarse de tanta mentira. No obstante, cada vez con menos fuerza, Occidente sigue siendo religioso y mayoritariamente católico. La razón, como lo sostiene Richard Dawkins, es que la arquitectura del poder, institucional, económico y social tiene esa matriz, y además es ideológicamente funcional al capitalismo. Según el filósofo Michel Onfray, es un poder construido sobre  la represión al placer y el sofisma del libre albedrío por lo que aboga por liberar al hombre de esas ataduras que lo sojuzgan.  

No se pueden desconocer los importantes aportes de las religiones a la preservación de la especie, la cultura y el arte, la moral y la ética, y, algunas veces a la cohesión de los pueblos frente a riesgos catastróficos; tampoco las atrocidades extremistas de los fundamentalismos, pero  la arqueología, historia,literatura fundacional,  bases conceptuales, preceptos, dogmas, conformación institucional y formas de imposición y dominación del catolicismo han sido desnudadas, rebatidas y hasta puestas en ridículo por el propio Dawkins, Cristopher Hitchens y el científico Stephen Hawking en el debate reciente. Matthew Alper, en Dios está en el cerebro,  califica la religión, las religiones, como un invento del hombre, un ingrediente genético evolutivamente incorporado en la mente del ser humano, como antídoto para enfrentar la siempre atormentante certeza consciente de la muerte, de la finitud de la existencia y la acechanza permanente de los miedos.

Para Dawkins son un fenómeno cultural arteramente inoculado y cuyas prácticas y creencias son transportadas por los siglos a través de una especie de genes ideológicos. Califica al catolicismo como  una de las más absurdas y peores experiencias de la humanidad. En  perspectiva, el teólogo y filósofo valenciano Mariá Carbí, en un aporte erudito y contundente, define las religiones como un hecho cultural que permitió programar las sociedades preindustriales pero que ha perdido sentido en la sociedad del conocimiento, por lo que llama a recoger lo mejor de ellas Hacia una espiritualidad laica.Sin creencias, sin religiones y sin dioses. Punto de vista que comparto. No puede ser posible que el mundo católico siga las tonterías de un tipo como Ratzinger -de pasado fascista y tolerante con los abusos del clero-,  como objetar el homosexualismo, el aborto, la eutanasia y el sexo seguro, para agravar la miseria, la discriminación y la violencia en el mundo, hechos que muestran un odio atroz del Dios católico contra la especie humana, a la que la institución mantiene fiel con amenazas apocalípticas, como sostiene Dawkins.

Así las cosas, no deja de ser contradictorio que quienes abanderan procesos que se reclaman  socialistas, ideológicamente sustentados en el materialismo y por ende proclives al ateísmo, de repente, ante situaciones personales dramáticas, como es el caso de la enfermedad de Hugo Chávez, promuevan rituales e invocaciones de la rancia tradición católica. Pero es explicable. La realidad es que la mayor parte de los latinoamericanos, incluida Cuba, profesa el catolicismo, herencia colonial castellana impuesta a rajatabla y, en buena parte de nuestra historia, corresponsable, desde el poder, de las injusticias, la represión, el sojuzgamiento y el atraso de nuestros pueblos. Sin embargo, millones de personas siguen orando a diario, encomiendan a sus seres queridos a Dios, van a misa los domingos y comparten rituales que en colectivo son vivencias de fe y esperanza, así el día a día reniegue con su dureza lo que en la capilla es una ilusión. No en todos los casos, desde luego. Si el creyente es exitoso más razones tiene para creer.

Ante tal evidencia, el liderazgo político no tiene otra alternativa que nadar en la corriente, expresión que luce un tanto forzada en Venezuela, pragmáticamente política en Cuba y muy humana y democrática en el Uruguay de José Mujica, quien, tras advertir su irreligiosidad, pero respetuoso de la fe popular, se sumó a la cadena de oración por Chávez, tras su reciente recaída, con la lógica común de que hay que hacer todo lo que esté a nuestro alcance si de preservar la vida de un amigo se trata. Amén de las evidentes coincidencias de los postulados  del socialismo con la práctica religiosa comprometida en la lucha contra la injusticia y por la equidad en una lectura liberadora de los evangelios, con ejemplos históricos desde las catacumbas romanas hasta las paupérrimas veredas del Tercer Mundo. Ese encuentro fue el que advirtió Fidel Castro para matizar la contundente afirmación marxista de que la religión es “el opio del pueblo” -que lo es como aparato de dominación-, exaltar páginas memorables de la historia del cristianismo, llevar por buen camino las relaciones con las iglesias de su país, encomiar las labores de beneficencia de los laicos y el clero y saludar el compromiso de cientos de creyentes con el cambio social. Reflexiones y realidades consignadas ampliamente en la larga entrevista con Gianni Mina, "Fidel y la religión".
Mientras me adscribí nominalmente al catolicismo, estuve del lado de esa corriente que practicaron Fray Bartolomé de las Casas, Fray Martín de Porres y Fray Pedro Claver, del que sembraron Camilo Torres, vida segada por una muerte estúpida; Gaspar García Laviana y Oscar Arnulfo Romero, asesinados por católicos al servicio de los poderosos; Fernando y Ernesto Cardenal, increpado por el Papa Juan Pablo II, orientado por Joshep Ratzinger, por su papel en la Revolución Sandinista; Sergio Méndez Arceo y Pedro Casaldáliga. El de la Iglesia de los Pobres, Gerardo Valencia Llano, René García  y Golconda; Medellín y Puebla, las Comunidades Eclesiales de Base y la Teología de la Liberación teorizada por Gustavo Gutiérrez, Leonardo Boff, Paolo Richard, Enrique Dussel, Ignacio Ellacuria, Fracoise Hutard, Ignacio Martín Baró (asesinado por militares en El Salvador) y Frey Beto. Los aportes cristianos para la liberación, del periodismo concientizador que en Solidaridad y Utopías hicimos con la orinetación de Héctor Torres. El catolicismo solidario y humanista de Francisco De Roux, Mario Peressón y Javier Giraldo. Esa corriente que coincidirá en la nueva espiritualidad basada en principios y valores de amor a la humanidad, defensa irrenunciable de la plena vigencia de los derechos humanos, respeto absoluto a la diversidad, búsqueda permanente de la paz y práctica constante de la solidaridad.
 
Verdaderos “milagros” se atribuyen a la conjunción de humanismo, energía y espiritualidad, que la creencia popular adjudica a manifestaciones divinas, pero que para mí son una demostración del poder del afecto de los seres que habitamos este punto del universo. Así lo explicó, en forma sugestiva, ese costeño fascinante que en vida llevó el nombre de Jaime Bateman Cayón: “Si una persona es absolutamente sentida, constantemente querida, si en ella se dan cita una cantidad de afectos fuertes, el afecto de la mamá, de las hermanas, de la amante, de los amigos, esa cadena de afectos lo defiende de la muerte, del peligro, lo vuelve casi inmortal…Porque el amor es la certeza de la vida. Es la sensación de la inmortalidad.” Ya es hora de superar la entelequia Dios es amor por la vivificante  afirmación, el amor es mi dios.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

De chicharrón en chicharrón

El apasionante arte de gobernar que implica análisis, previsión, planeación, decisión y liderazgo, ha dado paso al oficio poco noble de acomodar la realidad a las necesidades de quien manda, con soluciones que esconden o agravan  los problemas y ofenden por como se determinan, como en los casos de la “Reforma a la Justicia”, el fallo de La Haya y el “Fuero Militar”.

El artículo “Manuel José Cepeda: el Supermán jurídico”, publicado el pasado  9 de diciembre en La Silla Vacía, pionero  y prestigioso portal informativo en Internet sobre Colombia,  firmado por su directora, Juanita León, descontadas las simpatías que a posteriori confiesa sobre el personaje, en las respuestas a los comentarios, y la distancia, contextualización, diversidad de fuentes consultadas y análisis, que caracterizan la publicación, refleja los subjetivismos que, pese a ello, se imponen en la información y  es una   radiografía de la lamentable forma como se conducen las cosas en el país.
De acuerdo con la nota, al actual Presidente, Juan Manuel Santos Calderón, estudiado como ninguno, fogueado en los ministerios más pertinentes, hecho en el exterior, prologado por Tony Blair,  practicante de la Realpolitik (“estúpido es el que no cambia cuando las circunstancias cambian), promotor del “Buen Gobierno” y, hasta hace muy poco, un estadista  bañado en popularidad, dado el adecuado manejo de imagen, el distanciamiento de Uribe y su intolerancia camorrista,  la estrategia de confrontar grandes males sin afectar a los malos, un programa con apuestas sociales sensibles de muy deficiente ejecución y un Congreso mayoritariamente ligado en la Unidad Nacional para garantizar la base legal de sus ejecutorias; no obstante, algunos temas le quedaron grandes. Por fortuna, tiene a mano a Supermán.

Según el artículo, dando palos de ciego en asuntos como los efectos de la ola invernal, la crisis de la salud, el fuero militar, la reforma a la justicia y el fallo de la CIJ de La Haya, el Presidente ha contado con la “creatividad” y “ocurrencias”  del abogado Manuel José Cepeda, promotor, progenitor, divulgador, intérprete y, ahora, acomodador de la Constitución de 1991. La carga de kriptonita jurídica de Cepeda le ha permitido al Gobierno Santos: llevar al Congreso a deshacer la mal llamada “reforma a la justicia”,  ante la indignada reacción pública, al objetarla sin facultades para ello, no obstante su aprobación formal con el beneplácito de la Casa de Nariño; así como dar largas al cumplimiento del fallo de la CIJ sobre delimitación de áreas marinas y submarinas con Nicaragua con un “recurso de interpretación”, que se sabe no modificara la decisión, desacatando una autoridad judicial, en una pésimo ejemplo para sus connacionales, y afirmando que no se ha perdido soberanía donde se perdió territorio. Cepeda padre, al contrario y enfático, dijo que el fallo era inapelable.
Una comisión liderada por  J.M. Cepeda,  recomendó convertir el DIH en marco jurídico  de juzgamiento de los militares para que  aceptaran algunas acotaciones al “fuero militar” total que exigían y que Santos les prometió. La alegada seguridad jurídica encubre un retroceso en materia de protección a los derechos humanos y podría propiciar impunidad en casos como las  ejecuciones extrajudiciales, así los senadores se desgañiten reclamando respeto a la soberanía nacional y del legislativo para ocultar su flaqueza. De otra parte, en el tema de salud, el súper consejero, ante la imposibilidad de que  Gobierno presentara una propuesta propia, orientó un pliego modificatorio al de Roy Barreras, cuyo contenido no se menciona. Pero si nos atenemos a lo anticipado por el Ministro de Salud, Alejandro Gaviria, la reforma al sector,  en lugar de garantizar un derecho, busca optimizar un negocio, para lo que proponen frenar la tutela  y exigir al paciente demostrar capacidad de pago en la atención médica no POS.

La parte analítica del informe nos explica que Cepeda es exponente del “Nuevo Derecho”, corriente menos formalista y más sustancial y valorativa de las normas, lo que para nada evidencian los casos citados. Aserto que sopesa con quienes lo cuestionan por funcional. Señala, y ahí si las cosas quedan claras, que se ha convertido en un “Supra Consejero” para los grandes chicharrones, dada su capacidad de “tender puentes” e “imaginar” soluciones, es decir para la manzanilla y las leguleyadas. El pobre Supermán apenas lidiaba con los problemas de Metrópolis.  

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Los paladines de la justicia

El día de las velitas, previo a la Inmaculada –sinónimo perdido de la administración de justicia en Colombia- se cumplen dos meses del Paro Nacional Judicial, decretado por las agremiaciones del sector, con Asonal a la cabeza, reducido mínimamente en su impacto hace un mes, por un arreglo de parte de las directivas con el gobierno, pero rechazado por las bases, no satisfechas con que la nivelación salarial se limite a los topes establecidos por la comisión oficial ($ 1 billón 200 mil millones) y la gradualidad en la aplicación de tablas, después de dos décadas -sí, dos décadas, es decir, veinte años- de espera. Luego de la firma del “acuerdo”, la ministra Correa dio el paro por concluido, aunque el 70% del sector se encuentra paralizado, incluida la Fiscalía, y nadie en el gobierno ha vuelto a pararle bolas al tema, a no ser para presionar la ilegalidad y obligar a los funcionarios a reiniciar labores so pena de retención de salarios, a escasa semana de iniciarse la vacancia judicial de fin de año. La justeza de la protesta la han defendido desde el Fiscal General de la Nación, hasta los medios de comunicación, sin embargo, el gobierno dice no tener más y hasta allí llega, a la espera de que agotados los empleados del sector se rindan y acepten lo que les dan a la espera de otra oportunidad. Así paso con Uribe, que a punta de amenazas y decretos conjuró un intento anterior.

Contrasta  esta situación, con la decisión que se apresta a tomar la Corte Constitucional, o al menos eso esperamos, de declarar la ilegalidad de las mesadas pensionales superiores a 20 salarios mínimos -de por sí inequitativo tope en un país donde más del 80% de los trabajadores no lograr un ingreso superior a 2 SMLMV- para magistrados de las cortes, congresistas y demás funcionarios de alto nivel en el Estado. A esto se llega luego de que las Cortes y el Congreso, convirtieron en derecho, la ilegal, abusiva, bochornosa e inmerecida práctica de colgarle arandelas al arbolito hasta que  lo tuvieran cargadito para sus francachelas y buena vida, importándoles un comino que la mayoría de sus compatriotas apenas si tiene para pagar un mal almuerzo y un mal techo. Y como han hecho del país su finca, no solo se daban ese beneficio para ellos, justificándolo en que cumplían los períodos legales exigidos, sino que le daban el chance a sus familiares, validos y mozas para que se gozaran el  bien llamado carrusel, pero por períodos corticos para con los últimos sueldos cuadrarse un resto de vida plena. ¡Tan de buenas!


Sinvergüencerías como esa, fueron las que se pretendieron pasar en la nefasta “Reforma a la Justicia”, aprobada  por el Congreso, con  el aplauso gubernamental, e “inaplicada” por el propio gobierno ante la indignación de columnistas de opinión, ong´s, la oposición (Polo, Progresistas), algunos verdes y algún liberal. La tal reforma se convertía en la legalización de los privilegios de los funcionarios de alto nivel de los poderes públicos, un seguro de impunidad para procesos en marcha contra la narcoparapolítica;   el espionaje ilegal del DAS, los aprovechamientos de Agro Ingreso Seguro  y la “rapiña” de los bienes de la Dirección de Estupefacientes (DNE), entre otros, en el período Uribe, y futuras prácticas criminales. Amén de un contubernio de favores disfrazado de “gobernabilidad”.

 
Otro tanto acaba de pasar con la relección del Procurador por  la manguala politiquera de la Unidad Nacional, con la aquiescencia del gobierno, que para no quedar mal apoyándolo lo respaldó poniéndole un comodín. Fundamentos filosóficos, de teoría política y constitucionales  argumentan de sobra el carácter inconstitucional de la relección de Ordoñez, quien dada su militancia mariana, beata, homofóbica, discriminatoria y parcializada, no garantiza  el ejercicio de una magistratura moral en el marco de Constitución que consagra la libertad religiosa y de cultos, el pluralismo político e ideológico, el multiculturalismo, el libre desarrollo de la personalidad y demás derechos fundamentales del ser humano elevados a norma superior en la Carta.


No por emocional menos pobre el argumento del senador Juan Manuel Galán Pachón de que Ordoñez merecía continuar por haber actuado firmemente en las investigaciones sobre violaciones a los derechos humanos, la participación de miembros de la Fuerza Pública, y contra la corrupción, como lo demostró al declarar el magnicidio de su papá crimen de lesa humanidad, al igual que otros casos. Aparte de la discusión de si tal calificación es pertinente para este tipo de crímenes o si fue el “cabezazo”  para evitar la preclusión. Por lo demás, nada nuevo aporta Ordoñez, al punto que hasta en el seriado “Escobar. El patrón del mal”, ni los guionistas ni los productores se cuidaron de señalar responsables, por acción u omisión, así fuera por referencias, en el país claramente descifrables. Los colombianos ya sabemos quien, con quién, para qué y por qué. Que en ese caso Ordoñez haya cumplido el deber no puede absolver sus arbitrariedades. “Pa´godos, los liberales…”


En cambio, el hoy re-elegido cabeza del Ministerio Público, desacató y luego simuló obedecer una orden de la Corte Constitucional, dirigida a corregir actuaciones de la Procuraduría abiertamente inconstitucionales en relación con los derechos de la mujer, el aborto y los derechos de la población LGBTI y ha sancionado con evidente abuso y saña a adversarios políticos. Las creencias religiosas, políticas y morales del señor Ordoñez chocan con la concepción liberal que inspira la Carta, con principios y valores de la modernidad y con los irrebatibles hallazgos e invenciones de la ciencia. Significan un retroceso y aun así, en su albedrío,  puede profesarlas en el espacio de su vida personal, pero no como guía de conducta   del buen desempeño de la función pública y garante de los derechos instituíos en la Constitución del 91. Que tal la  payasada del Presidente del Senado, Roy Barreras, de prohibir la relección. El daño está hecho.

 
De las incongruencias, incompatibilidades y otros impedimentos que los altos funcionarios escurren por los sifones, está igualmente las del  Fiscal, a quien, aparte de la aberrante actuación en el caso de Sigifredo López, el zigzagueante caso Colmenares, la lentitud en el arañazo de los políticos a la DNE y las incomprensibles negociaciones en el marco de un sistema penal acusatorio incoherente, bien poco mérito le hace el antecedente de llegar al máximo organismo de investigación criminal, luego de haber representado los intereses de la firma Saludcop, hoy encartada judicialmente, con honorarios por la suma de 6 mil millones de pesos -cantidad que jamás verá en su vida un operador judicial. Seguramente en trance de legitimar su presencia en la entidad, se ha hecho el desentendido con el funcionamiento a medias de los despachos y público su apoyo a las causas del paro.

 
En Colombia, la clase política maneja e interpreta la justicia, como derecho y como mecanismo, a su acomodo, bajo el antiquísimo engaño de que somos un país de leyes, a menos que concedamos que es así porque estas abundan y sirven para que los congresistas justifiquen sus abultados sueldos. No por su acatamiento, puesto que el propio Presidente de la República decidió “inaplicar” el fallo de la Corte Internacional de Justicia sobre límites marítimos con Nicaragua, tras más de medio siglo de aceptar su jurisdicción, haberse sometido el país libremente a la misma en este pleito, la promesa del expresidente Uribe de que se acataría sin disentir y la advertencia de la propia canciller de que iba a ser una decisión salomónica, que según su novedosa interpretación posterior significaba: favorable a Colombia. Del fracaso no hay culpables. Ni nadie renuncia. Uribe en una de sus típicas volteretas llama a no obedecer, otros claman por la fuerza. Queda la pregunta de si el litigio fuera con Estados Unidos y el fallo a su favor, alguien habría dicho algo distinto a que la justicia se respeta -y en ese caso se respeta-  como siempre lo dicen ante los fallos locales, aunque con éstos, para desobedecerlos o negociarlos con las cortes, integradas por los recomendados de los políticos que mandan en el  país, desde que somos.


La vigencia de una democracia plena se levanta sobre poderes públicos fuertes, eficientes, transparentes y honestos y  en su mutua colaboración y control; y, desde luego el respeto y garantía del ejercicio de los derechos  y las libertades ciudadanas. En Colombia hasta las encuestas cuestionan la legitimidad de las ramas del poder, entre ellas la justicia: víctima, cómplice  y cenicienta, aunque tenga tanto paladín pantallero que dice defenderla, o mejor, la defiende para someterla.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Con Petro se toparon


Guíndeme del palo a Petro, parecería ser la consigna de los enemigos del burgomaestre de la capital,  frase costeña que en cachaco es lapidaria: lo quieren colgar. Se tragaron un salivazo de viruta con su victoria,  la que ahora cuestionan los politólogos a conveniencia por ser de mayoría entre minorías, como si ganar admitiera modulaciones. Y es comprensible, aunque posen de despistados: su programa orientado a hacer realidad el Estado Social de Derecho que consagra la Constitución y niega la realidad, asusta a más de uno, colmado de los privilegios del modelo privatista manejado por las mafias de la contratación.  Digo enemigos y no opositores porque no estar de acuerdo con alguien es legítimo y respetable, aun siendo injustificado,  pero en Bogotá lo que está en marcha es un complot de unos riquillos tramposos y sus aliados politiqueros construyendo el descontento a través de los medios, al que arrastran a gente extraviada de la ruta.

Sus anuncios y algunas de las medidas en marcha, la mayor parte valorados positivamente por entidades y especialistas internacionales y organizaciones no gubernamentales, por su orientación hacia el desarrollo humano, la equidad, el respeto a la diversidad, la protección del medio ambiente y el fortalecimiento de lo público como patrimonio y escenario de todos, son desestimadas con la prepotencia de la tecnocracia neoliberal, cuestionadas con argumentos endebles y hasta ironizados con estupideces. Poco a poco la estrategia ha venido calando y ya varios compañeros de oportunidad, columnistas simpatizantes de un día y seguidores confundidos se han deslizado a la otra orilla. Se desesperaron porque creyeron que se trataba de una nueva impostura o que los cambios son cosa de frotar los dedos.
 
El último capítulo de la cruzada antipetrista lo desató la asunción de la recolección de basuras por la EAAB, sintetizado de manera franca, rotunda y valiente por María Teresa Ronderos en El Espectador (24.11.2012). No obstante, la columnista critica, con buena intención y algo de ingenuidad, al contrario de como lo han hecho el Gobierno Nacional, a través del proconsulado para Bogotá,  el PM (Partido de los Medios) y algunos politiqueros, la forma como el Alcalde asumió la defensa de la autonomía, la descentralización y la soberanía del Distrito Capital frente a la amañada investigación de la Superintendencia de Industria y Comercio, por excesiva e inadecuada. Como Petro no va a los sancochos de “Gardeazabal” en Tuluá, el gaseoso escritor no tuvo empacho en calificar su actitud como “chusmera”. Sobra decir que a Álvarez el pueblo le ampolla la dermis. Por su parte, el vocinglero Darío Arizmendi, con total impudicia preguntó al aire dónde tendría guardados Petro los fusiles y qué estaría cuidando.  Puro culillo, intolerancia  e idiotez. Si no hubiésemos sido testigos de la marrullería de la clase política tradicional y sus periodistas de bolsillo, cabría el debate, pero, a sabiendas, es mejor precaver.

Si Petro no se amarra los pantalones y acude a la gente -lo que en su discurso de posesión llamó democracia de multitudes-, estaríamos ad portas de la destitución del gerente de la empresa por la Superintendencia, justificada en la interpretación a propósito de las pruebas recabadas en la “visita rutinaria” a la entidad, la suspensión de la decisión del Alcalde de variar el esquema de manejo de la recolección de basuras en favor del sector público -determinación que irremisiblemente debe poner en marcha en la fecha que escogió-, el peculio de los bogotanos y de la población dedicada al reciclaje, por convicción y mandato perentorio de la Corte Constitucional; y la entrega de un nuevo contrato con pingües ganancias a los validos de siempre. En un Estado decente, un negociante cuestionado por el favoritismo oficial y sus dudosas relaciones estaría, por lo menos hasta que las autoridades aclaren su situación, marginado de la  contratación, y la autoridad local respaldada por la del país. Aquí los funcionarios públicos del nivel nacional los defienden. ¡Vergonzoso!

La intervención en la EAAB, clarísima señal del Gobierno Nacional de su oposición al cambio de modelo que se adelanta en Bogotá, es una pésima señal en la generación de confianza entre las partes, tanto en este caso, como en el diálogo que adelanta con las FARC en Cuba. De manera enfática, el jefe del equipo gubernamental ha dicho que el modelo neoliberal, compartido por la Unidad Nacional en el gobierno, no está en negociación  y que su posible cambio lo definen las urnas. Pero Petro ganó y le quieren impedir que gobierne con el programa vencedor. De la catadura de esta ambigua clase dirigente hay varias muestras recientes. Uribe en República Dominicana pegó varios brinquitos para llegar a donde Daniel Ortega a decirle que respetaría el fallo de la Corte de La Haya,  ahora se quiere convertir en líder de su desacato. Bien hicieron los sanandresanos en sacar a ese chisgarabís. La Ministra Holguín dijo hace algunos meses que fallo sería salomónico -en el sentido de dejar contentos a todos- lo que le valió algunas críticas por derrotista, ahora sale con que salomónico es lo que nos satisface a nosotros. Santos impidió Trasmilenio hasta el aeropuerto, luego le echó la culpa a Petro, ahora queire que se haga de afán y sus subalternos increpan a directora del IDU por pararse en la raya en defensa de Bogotá. Entonces ¿Todo depende? ¡Que desfachatez!

Por el momento Petro frenó la embestida y ganó apoyo social para hacer sonar los zapatos en la Casa de Nariño y hacerse respetar. Adoctrinados en la mansedumbre la mayoría de los colombianos, desde luego los bogotanos, piensan como quieren que piensen los que manejan los hilos del poder. Qué le significará a la inasible y maleable opinión pública que el representante de las Naciones Unidas para el hábitat considere a Gustavo Petro un alcalde del Siglo XXI y avale por progresista, humanista y solidario el modelo de ciudad que postula e intenta plasmar, en sus aspectos de movilidad, vivienda, salud, educación, medio ambiente, generación de oportunidades y superación de la segregación y la discriminación, las mismas que el urbanista Saldarriaga Roa fustiga por improvisadas e ineptas.
 
Qué silencio de la  gran prensa (léase medios masivos) frente al evento internacional sobre cambio climático que organizó la Alcaldía, las advertencias que dejó sobre las consecuencias de la explotación de recursos por la plata para hoy y el desastre de mañana y el reconocimiento a la agenda ambientalista del gobierno de la ciudad. Qué indiferencia ante la radical reducción de homicidios, pues cuando los “especialistas” decían que había llegado al promedio posible, con sus medidas lo redujo ostensiblemente. Qué falta de grandeza para subrayar que por primera vez en la historia del país, al ya de por sí prominente presupuesto para educación en el plan de desarrollo de la Bogotá Humana, el Gobierno Petro decidió aumentarlo en el 50%, un billón de pesos para el año 2013, con énfasis en la calidad y rescate de la educación pública directa, luego de la  frustrada experiencia de las concesiones privatistas, negocio en que pelecharon peñalosistas, luchistas y samuelistas. A todo señor, todo honor
 
Ocultando las razones técnicas, administrativas y jurídicas de la decisión de Petro, sus enemigos convirtieron la fecha del 18 de diciembre, día en que la EAAB debe asumir la recolección de basuras, como el ultimátum para cobrar su fracaso. Vendrán los cacerolazos. Ante las dificultades, es posible que como mecanismo de presión, los actuales prestadores, si las circunstancias obligan a acudir a esa fórmula, se nieguen a subcontratar el servicio. Nada raro que los interesados en acabar con la alternativa naciente en Bogotá, importen mugre para generar una crisis. A lo mejor Santos le advierta e inste a acatar la supremacía presidencial. No importa. Petro plantó bandera.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

La W: "Julito, no me cuelgue" o la audiencia súbdita


La W, red de emisoras en Colombia del grupo español Prisa, propietario también de la tradicional cadena Caracol Radio y de otras en el continente; del periódico El País, varias revistas, cinemas y la cadena radial SER de España, acaba de recibir el Premio Ondas al mejor programa radial de Iberoamérica, famoso reconocimiento anual de ese grupo. Bajo la dirección de Julio Sánchez, La W se ha convertido en un suceso radial nacional e internacional,  cuyo éxito es cortejado por Prisa con una amplia nómina de corresponsales en las principales ciudades de los Estados Unidos, Europa y Oriente Medio, estaciones en Nueva York y Madrid y enlace con cadenas de emisoras de toda Latinoamérica.

 

Desde hace años, Sánchez es el líder del dial en Colombia. Con La W está ratificando su favorabilidad en sintonía, como la tuvo en La FM, de la cadena rival RCN,   propiedad  del multimillonario empresario Carlos Ardila Lulle, o en Viva FM, de Caracol, su primera casa, entonces propiedad de Julio Santo Domingo, otro magnate de los negocios. Una fórmula de magazín informativo que combina de manera amena arte, ciencia, noticias  y frivolidad desde epicentros nativos e internacionales, con una línea informativa promotora y defensora de la institucionalidad, el gobierno, el libre mercado y los negocios, la iniciativa y el éxito individual y profesional, las estructuras internacionales de poder  y los placeres ligeros de la cultura posmoderna, lo convirtió en el Rey Midas de la radio.

 

Sánchez, un hombre inquieto por la música, el cine, la farándula, las novedades literarias, los escándalos de las celebridades y las banalidades de las revistas de entretención, pero también un periodista informado, inquieto, experimentado, recursivo y audaz, con una voz acogedora, poco a poco, conquistando audiencia con empatía, fungiendo como vocero oficial u oficioso, imponiendo gustos, promoviendo  ventas, animando filantropía, haciendo migas con los que manejan la plata y las decisiones, ha tornado en importante factor de poder. Combina seriedad, sobriedad, simpatía y afinidad con el poder y las personalidades; intimidad, picardía y frescura con las mujeres y la farándula;  desparpajo, igualamiento, compasión y burla con los de abajo. Y así le gusta a la mayoría.

 

El balance de verosimilitud e irreverencia corre hoy por cuenta de Yamit Palacios y Camila Zuluaga, dos jóvenes periodistas avezados, incisivos, bien documentados, toderos y, de cuando en vez, arrogantes e intensos. Función que años atrás cumplió Félix De Bedoud. La “carga en profundidad”, la protagonizan Alberto Casas y María Isabel Rueda, representantes de la más rancia estirpe conservadora, no sólo por vinculación partidista sino por posición ideológica. Casas funge como  caballero tradicional y oráculo de la institucionalidad republicana, María Isabel es ojo crítico para los males del sistema y cuchillo afilado contra los detractores de éste, la moral y las buenas costumbres. No tienen empacho en elevar a Laureano Gómez (“El monstruo” de la violencia de los 50) al pedestal de los forjadores de la democracia. Quien pone punto final a los “excesos” de los jóvenes periodistas, las respuestas laberínticas de los entrevistados, los abusos de tiempo y  de criterio de los oyentes (“Julito no me vaya a cortar”) y bendice los comentarios de la pareja goda, es Sánchez Cristo.

 

El carácter de su programa es claro: Habla el Presidente, hablan los ministros, los congresistas, los mandos militares, los embajadores, con especial atención al estadounidense,  y, según la necesidad informativa impuesta por la agenda mediática general o la de la emisora, los magistrados, el Fiscal, el Procurador, la Contralora. También, desde luego, y de manera privilegiada, hablan los empresarios, los industriales, los banqueros y la élite política. Son llamados para tratar sobre cosas positivas, grandes proyectos y asuntos de gobierno o empresa, en charlas respetuosas y pródigas de optimismo. Habla el establecimiento y los que mandan en el país.

 

Las desavenencias y  altercados, se dan  por cuenta de algún funcionario público o privado inepto o venal  caído en desgracia, por culpa propia (corrupción, desidia, negligencia), o según el canon  de La W, que actúa como báculo moral para sacudir y mover correctivos a las disfuncionalidades del sistema, como cuando, ante el temor del  escarmiento público, pone a marchar a la paquidérmica administración. En esa función, la emisora se ha convertido en cruzado de la batalla contra la corrupción, el clientelismo, la politiquería y la burocracia, caracterizadas con frases ya célebres del ideario de la “la dobleulio”, mote burlesco que se da a  la emisora, como “la política es dinámica”, “ciudadanos preocupados”, “gente con ideas”, “eso le salió mal” y “al gratín”, entre otras.

 

Por lo general, las furruscas son con quienes chocan a fondo y desde otra orilla, con la idílica visión de futuro a lomo del liderazgo tecnócrata y el gran capital y cuestionan las inequidades, distorsiones y manipulaciones del actual orden de cosas, como son los académicos críticos, la izquierda radical, los dirigentes de movimientos sociales, el sindicalismo, el campesinado, los maestros, los defensores de derechos humanos, las víctimas, todos a quienes a veces se reconoce  la justeza de sus reclamos ante causas para las que la “mesa de trabajo” exige  comprensión, pero  les llama al orden por sus formas de expresión y presión, consideradas por  fuera de los causes legales y nocivas al afectar los factores del desarrollo en la concepción neoliberal;  cuando no se los  reconviene por prestarse a los propósitos de “oscuros intereses”.

 

Sánchez es, a la vez, un hábil comercializador que, además de concentrar una gran parte de la inversión publicitara en radio, convirtió su programa en una plataforma de ventas por lo que con frecuencia la radio revista informativa da paso a remotos desde algún lugar de Bogotá, del país, e incluso de Madrid, Miami o Nueva York, para contar dividendos sobre alguna feria de ventas de vehículos, vivienda,  tecnología o crédito, que está realizando para alguna firma. O de algún concurso o espectáculo artístico auspiciado y dirigido a fidelizar la audiencia. La incidencia de tal maridaje en la calidad de la información es notable en casos recientes, como el progresivo cambio de tratamiento a lo relacionado con la petrolera Pacific Rubiales, desde que ésta se convirtió en la mayor cuenta de la W.

 

El lado social del programa  lo constituyen eventos anuales para postular a una persona pobre a una vivienda amoblada o la gran colecta para los soldados lisiados en combate, de cuenta de las firmas patrocinadoras o de escuchas, que con la donación pagan su mención. La avalancha de  oyentes convencidos del poder de Julito, lo obligó a montar un acceso en la página web y una línea telefónica para “Soluciones W”, donde se tramitan peticiones de todo tipo frente a la administración pública o la empresa privada.

 

En un universo de criterios prestablecidos y entorno hostil si se sale de la referencia dominante, la simulada participación de la audiencia, a través de una línea abierta, pseudomoderada por el conductor, alimenta la creencia en el pluralismo democrático. No obstante, una interpretación del Grupo de Investigación: Cultura Política, Instituciones y Globalización de la Universidad Nacional realizada en 2009, sobre un esquema informativo similar al actual -aunque en los años inmediatos la emisora convirtió la corrupción en asunto medular-, concluyó que “La W estimula un tipo de cultura súbdito-parroquial más que participativa, pese a sus niveles de audiencia y a la precomprensión en contrario que se podría tener sobre la misma” y que “ no satisface  mínimos de factualidad  de la noticia en términos de verdad y relevancia, lo que cuestiona el nivel de cultura política democrática que propicia, y tampoco satisface los mínimos de imparcialidad en cuanto al equilibrio y neutralidad en la emisión y presentación de las noticias”.

 

La W habla sobre todo, entretiene, divierte, nos pasea por las delicias y tragedias del país y el mundo, cuestiona a los funcionarios y desnuda a los políticos pícaros para aplauso de la tribuna, es la justicia al aire frente a la inoperancia de la de toga,  micrófono abierto a los comunicativos,  gestora de las  angustias existenciales  de la gente, pero…no me cuelgue Julito. Con ese formato y contenido                        -imitado,  en algunos casos, en mala versión-  aliena  la comprensión  de las causas de estos problemas en la estructura política y  el modelo económico social vigente y contribuye muy poco a la formación de una cultura política que profundice la democracia participativa y el Estado Social de Derecho. Se puede argumentar que ese no es el propósito deliberado de los realizadores y que formar ciudadanos no es función de la radio, ambas falsas razones pero materia de otros análisis.  Lo real es que hoy la información es una mercancía que las empresas comerciales explotan jugosamente en  beneficio del statu quo y dista de ser un derecho garantizado por la práctica de principios éticos y políticas públicas que posibiliten un acceso plural, diverso y equitativo a los medios a otros sectores y visiones de la sociedad.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Leonardo Favio, la tristeza es de todos


Desgarra la noticia de la muerte de Leonardo Favio, no por sorpresiva, pues su salud estaba afectada, sino por irreparable en el corazón romántico de Latinoamérica y las generaciones de los 60, 70 y 80. Me viene a la memoria mi padre que alguna vez, por allá en el 68, llegó a la casa emocionado con un disco de 78 rpm de CBS que, luego del fracaso absoluto de su primer sencillo, contenía los primeros dos grandes éxitos de Leonardo Favio: Fuiste mía un verano (Hoy la vi, fue casualidad, me miró al pasar. Yo le sonreí y le quise hablar, me pidió que no, que otra vez será. Que otra vez será, que otra vez será. Quiero amanecer, sé que nunca más) y Mi tristeza es mía y nada más (Que nadie me hable del amor, quiero hundirme solo en la ciudad. No quiero consuelo, no, no, no voy a llorar), que no paraban de sonar en radiolas, tocadiscos -no existía el mp3, el ipod ni Internet- y bares a lo largo del continente, a los que seguirían casi veinte años de primeras listas, giras internacionales, grandes conciertos y su reconocimiento como uno de los grandes artistas populares del continente.

 
Ya para entonces había despuntado como actor y director de cine, con el aplauso de la crítica a Crónica de un niño solo (1964), elegida por el público en 2000 como la mejor película argentina de todos los tiempos, sobre la vida callejera de explotación de la niñez pobre tan generalizada por esa época y aún presente de otras formas, en parte un relato de su proia infancia. "El Romance del Aniceto y la Francisca" (1966) obtuvo la misma distinción en 1998, en una encuesta especializada. Se suman a otros nueve filmes que dirigió, que sin el mismo impacto, sin embargo son piezas indispensables en la historia del séptimo arte en el país austral, como "Nazareno Cruz y el lobo", la más vista en la historia del cine gaucho, "Juan Moreyra", "El dependiente", "Gatica, el mono", Premio Goya a la mejor película extranjera de habla hispana en 1994, "Soñar, Soñar", protagonizada por los fallecidos Carlos Monzón, boxeador, y  Gianfranco Pagliaro, cantante, vetada por la dictadura, y "Aniceto", versión moderna de “El romance...” (la mujer disputada, danza, tango, luz, riña de gallos y duelo a puñales) y "Perón, sinfonía del sentimiento", un documental de  nueve horas de duración, realizado en 1999.

Fuad Jorge Yuri, nació en Luján de Cuyo, provincia de Mendoza, un mayo de 1938, abandonado por el padre y bajo el cuidado de una madre actriz de radio, que sostuvo un hogar con muchas carencias. De adolescente consiguió algún dinero en papeles extras que su mamá le conseguía en la radio, lustrando zapatos, pidiendo monedas y hasta delinquiendo. Así aprendió de la vida dura, a querer a su pueblo, a la gente humilde, y dejó la niñez con la rubia del cabaret (“¡que lindo fue!, ¡que lindo fue!”). Su amor al pueblo natal, llevadero y entrañable, lo cuenta en Mi historia. Un talento excepcional y la constancia le abrieron el difícil camino del cine, pasión que en sus comienzos financió con los frutos que le daría el canto, en el que incursionó con el nombre artístico de Leonardo Favio. Como cantante se afianzó convirtiendo en éxito Para saber como es la soledad, versión de una composición de Luis Alberto Spinetta en homenaje a un amigo presuntamente muerto en un accidente (Canción del pototo)

La balada romántica tiene en Leonardo favio uno de sus más eximios exponentes como interprete y compositor. Fue un cronista de los dramas del amor, temática robada al tango, con arreglos musicales lúgubres, fúnebres, que erizaban la piel y zaherían, aunque a veces se dejó oír con letricas juguetonas, en dos decenas de discos de larga duración. Construía, declamaba y lloraba sus historias llegando profundo a quienes en su propia carne vivían tragedias sentimentales. La dicha que me fue negada es una balada-novela de tres minutos que estremeció en su trágica trama. Como ella, de repente brotan a la memoria: Ni el clavel ni la rosa, El amanecer y la espera, O quizás simplemente le regale una rosa, Ding dong, La foto de carnet, Quiero aprender de memoria, Mi amante niña mi compañera, Como me duele la piel, Más que un loco, Ella… ella ya me olvidó, Y al verte así, Aquella noche de verano, Borracho si señor, Sirva vino cantinero y Ojos azules.  

Pero el amor no fue su único tema o, mejor, no solo  lo fue el amor sentimental, porque también canto su amor fraternal a Latinoamérica en La hija de Juan Simón, El carretero, Guayabo negro, Hablemos de Amor, Vamos a Puerto Rico, Adelita, La bamba, Somos y a las virtudes de a  gente común y los avatares y esperanzas de los oprimidos: Juan el botellero, Nació Nazareno, Chiquillada, Si mi guitarra canta como canta, Vamos mi guitarra, Aleluya por mi pueblo, Madre de Mayo, Magdalena, Mujer (a Carolita en el exilio), Anotaciones para Carola, Acordate de olvidarme y Estoy orgulloso de mi general, entre tantos.

Vivió el peronismo, una experiencia populista contradictoria y polarizante   en la historia argentina, su defenestración y clamoroso regreso, cuando el movimiento peronista forzó la apertura de puertas para el General. Leonardo favio fue una de sus acompañantes en el vuelo de retorno del exilio y luego, cuando Perón volvió para asumir el gobierno que había ganado su partido con otro candidato, Héctor Cámpora, le correspondió el doloroso papel de tratar de evitar desde los micrófonos de la tribuna, la batalla campal entre bandos de derecha e izquierda que desató la masacre en el aereopuerto de Ezeiza el 20 de Junio de 1973, hecho que marcaría tristemente su vida.

En 1976, los militares tomaron el poder, tras un violento golpe que desangró y llenó de horror a su país, enviando a muchos al exilio, entre ellos a Leonardo Favio, quien debido a un accidente de carretera cerca de Villavicencio, Colombia, tuvo que asumir como ciudad de residencia para su recuperación a Pereira, donde permaneció con su familia durante nueve años, estableció su centro de actividades, organizó su carrera artística, vio crecer sus hijos y se enamoró profundamente de esta tierra. Sus Lps de los 80 testimonian su afecto por Colombia. Grabó dos cumbias inolvidables del chocoano  Senén Palacios: La subienda -donde le dedica una voz de apoyo a los sandinistas y a Omar Cabezas en las montañas de Nicaragua en plena lucha contra Somoza-  y Las lavanderas,  y la cantata Vida, pasión y vuelo de la Abuela Zenaida, una crónica vibrante sobre la Colombia profunda de la pobreza y el paraíso travel del narcotráfico, basada en la cumbia de Rosendo Romero. Con el regreso a la democracia retornó a Buenos Aires en 1983. Hace unas semanas, su hijo Nico realizó una premonitoria visita a la ciudad que los acogió.

A muchos colombianos nos unió la vida con Leonardo Favio, por lo que alguna de sus canciones significó en algún momento y lo hicieron compañero de nuestras alegrías y tristezas. Jorge Emilio Salazar, uno de los más integrales e íntegros actores que ha dado este país, ignorado y olvidado como es costumbre con quienes no transigen, decepcionado de la farsa, trasegó su camino hacia la muerte con la compañía incondicional de Vera Grabe, el aguardiente y Leonardo favio.  Con su hermano Darío, con quien nos dieron tantas madrugadas de vinos coreando al mendocino, derrotados por el cansancio de andar errantes por Buenos Aires, perdimos una cita única con nuestro juglar en homenaje a Jorge Emilio que lamentaremos siempre. Hoy su mensaje en el celular lo dice todo: “Querido hermano, nuestro Leonardo Favio murió. Luto en el alma”. Sin misterios con la muerte Leonardo Favio cantó

 

Cuando llegue la hora


Yo, yo le cante a la vida cotidiana
y sencilla a la simple manera de
pensar y sentir.

Por eso estoy
seguro que cuando yo me vaya,
cuando llegue la hora de empacar
y partir, en alguna recova un par
de vagos reos, una triste sonrisa
dibujarán por mi

Y tal vez, digo,
tal vez, en la humilde mesa de
un obrero mandarán a la cama
los niños a dormir
Y así, en la
sobremesa surgirá mi recuerdo:
- la canción del loco con la
que te conocí.

No aspiro a más,
no aspiro a más, tan solo, si es
posible, entre mis manos quietas
quisiera acariciar un rosario, el
más simple, y que me dejen
solo o con algún amigo
que quiso trasnochar
.

lunes, 22 de octubre de 2012

Politólogos con tarjeta


El pasado agosto, el representante a la cámara José Gonzalo Gutiérrez, en una iniciativa  oportunista, mediocre y peligrosa, acorde con el afán de algunos miembros del Congreso por figurar y justificarse, ante la pésima  imagen del legislativo, presentó el proyecto de ley 073 de 2012 “por medio de la cual se crea la Tarjeta Profesional del Politólogo y se dictan otras disposiciones”. Una propuesta innecesaria, incoherente, risible y mal escrita en el articulado y la cantinflesca exposición de motivos.

De aprobarse, se crea la Tarjeta Profesional del Politólogo que acredita a los egresados del  pregrado en Ciencias Políticas y excluye, en forma expresa, a quienes hayan obtenido “especialización o maestría en algún área relacionada con la ciencia política”, so pretexto de limitar con claridad el perfil profesional del politólogo. De plano quedarían excluidos la gran mayoría de docentes de ciencia política, analistas y asesores posgraduados  en la materia, o que incluso no lo poseen, pero cuya idoneidad en su campo es incuestionable, provenientes de profesiones liberales.

La incongruencia es tal que ordena a las entidades públicas y privadas exigir la tarjeta de politólogo para ejercer un sinnúmero de actividades y funciones propias de profesiones como derecho, economía, publicidad, sicología, comunicación, periodismo, administración pública, pedagogía, sociología… a las que agrega “apoyo legislativo y gestiones de cabildeo”, todas las cuales supedita a la coordinación o tutela de aquél. Si hoy es imprescindible la interdisciplinariedad en las ciencias sociales, cada cual abarca campos específicos de investigación, análisis  y acción,  por lo que  las preponderancias son un exabrupto y más aún establecerles cortapisas.

La de Ripley va por cuenta de las causales de pérdida de la acreditación profesional, puesto que al parecer, inspirado en el entorno político -bien dice Manuel Castell que el político conlleva corrupción en razón de su supervivencia-, determina como tales: sentencia condenatoria en firme, haber sido condenado por delitos sexuales y delitos contra la familia, participación probada en grupos al margen de la ley, como asesor, militante, financiador y promotor; incapacidad física o mental y tener más de tres suspensiones de la tarjeta profesional. El carnet se suspenderá  por un año en los casos de: interdicción judicial transitoria, embriaguez habitual, incapacidad física o mental o plagio.

 Por si fuera poco, somete a una profesión liberal, deliberante, de cátedra libre, pluralista, a un tribunal que, por el tufo politiquero y retrógrado de la propuesta, constituiría  un mecanismo de control y censura. Los ratones mandando en el laboratorio. Crea el Consejo Nacional de Politólogos, donde tendrán asiento el Ministro de Educación, el Ministro del Interior o sus delegados y representantes de los decanos y de egresados de las facultades de Ciencias Políticas privadas y públicas, como  organismo encargado, entre otras funciones, de expedir  la tarjeta profesional, llevar el  registro único nacional, elaborar el  Código de Ética, determinar  el proceso sancionatorio y actuar como un Tribunal de Ética.

 La infaltable intención burocrática y clientelista que orla este tipo de proyectos de ley, superfluos y estorbosos,  queda plasmada con la creación del organismo, que se financiará con la expedición de las tarjetas, cuyo costo no superará el medio salario mínimo (unos 280 mil pesos), de las multas, que equivaldrán máximo el medio salario legal vigente, el cobro de la expedición de certificados de antecedentes disciplinarios y los ingresos por investigaciones, convenios y donaciones, entre otros.

La mejor forma como podemos  garantizar acceso laboral los politólogos es con la calidad de nuestro desempeño, -o con una buena recomendación-, como en todas las profesiones. Si en los manuales de funciones aún no aparece la ciencia política hay que incluirla y  si el objeto a contratar es específico de ese campo profesional así se debe establecer. De otro lado, el artículo 26 de la Constitución Nacional prevé la formación de colegios profesionales en aras de optimizar  y potenciar socialmente el desempeño y  la integración de los profesionales afines. De manera que el proyecto de ley es absolutamente inocuo. 

Por el contrario, el país, desuribizado a regañadientes, con un proceso de paz en ciernes, partidos desdibujados y clientelizados, poderes públicos y organismos de control revueltos en compensaciones,  corrupción como mecanismo de asignación de la contratación pública, cada vez mas desnacionalizado, demanda luces y señales de analistas, estudiosos y cientistas políticos. Para esto no se necesita tarjeta.

 

 

 

 

 

 

martes, 9 de octubre de 2012

El Che IV: Sortilegio de la rebeldía

Famosos de actividades, personalidades y creencias disímiles han contribuido con el tributo al Che por identificarse con su mensaje de justicia e irreverencia. El futbolista Diego Maradona lo lleva tatuado en el hombro y es pública la admiración del francés Tierry Henry y de Sergio el “Kun” Agüero;  el boxeador Myke Tison se lo estampó en el abdomen. El líder del movimiento gay en Chile lo reivindica. El rockero Carlos Santana, asistió a la entrega del Oscar en 2005 con una camiseta con su imagen, Jhony Deep lo lleva en una cadena en su cuello. Rubén Blades  cantó su hazaña en el tema Juan González “de la sierra sale un grito: no ha muerto en vano compadre”.  Andrés Calamaro, Maná, Manu Chao, Vicentico y los Fabulosos Cadillacs (“El gallo rojo”), Charly García, Rage Against The Machine (Rabia contra la máquina), La Bambarabanda, Komplot y Madonna, se suman a cientos de bandas y cantantes de todo género que le han dedicado composiciones y han incorporado su imagen a sus cuerpos, sus conciertos y producciones.

A los  homenajes musicales y poéticos en todo el mundo ya conocidos, de Carlos Puebla (“Hasta siempre Comandante”, con más de 200 versiones), Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Victor Jara, Nicolás Guillén, Pablo Neruda, Mario Benedetti, Julio Cortázar, Nathalia Cardone, María Farantouri y  Frank Fernández, aclamado pianista cubano que musicalizó filmes en su honor,  se agregan los más recientes del español Alberto Iglesias (banda musical de Guerrilla),  el argentino Gustavo Santaolalla ( banda de Diarios de Motocicleta, que incluye la bella canción Al otro lado del río de Jorge Drexler) y la hermosa cantata Diario del Regreso con poemas de Hamlet Lima Quintana, musicalizada por Oscar Cardozo Ocampo e interpretada por Jairo, argentinos, con la orquestación de músicos argentinos y la Sinfónica villaclareña, estrenada el 14 de junio de 2000 en  el mausoleo al Che en Santa Clara, frente a la Plaza de la Revolución, atiborrada de gente emocionada y nostálgica, como homenaje a los 72 años de su nacimiento.

El Che ya es parte del imaginario libertario  y personaje de la historia así las irrupciones extremistas intenten negarlo. La estatua que lo recordaba fue decapitada con dinamita  en Santiago de Chile tras el golpe de 1973 pero al regresar su cuerpo a Cuba, un majestuoso memorial lo esperaba en Santa Clara en 1997, al cumplirse 30 años de su asesinato, y dos gigantescas estatuas se descubrían en Rosario, su ciudad natal -donde también hay un museo-, y en El Alto, Bolivia, en el cuarenta aniversario.  Un busto, una tienda, su rostro en las paredes de las casas y la escuela donde lo asesinaron convertida en museo lo recuerdan en La Higuera y un mausoleo en el lugar de su  primer entierro en Vallegrande, la plaza principal de la Universidad Nacional de Bogotá lleva su nombre al igual que un auditorio de la UNAM de México y su estela habita en Cuba y en el corazón de los cubanos.

Los años recientes han sido prolijos en nuevas biografías y publicación de documentos relacionados con el Che. El prestigioso periodista John Lee Anderson, tras una investigación de una década presentó un denso y documentado volumen, el novelista mexicano Paco Ignacio Taibo II un apasionado y vibrante recorrido por su parábola vital, Jorge Castañeda, en la Vida en rojo, impone la conclusión, acorde con sus posiciones políticas, de que la suerte del Che estuvo en manos de Fidel y de Moscú, el argentino Paco O´Donell lo reivindica desde la polifonía al igual que su compatriota Coco López. 

Walter Salles, con el protagónico de Gael García, llevó al cine los  diarios del primer viaje del joven Guevara por Latinoamérica, Steven Sodeberg, con Benicio del Toro como El Che, produjo los largometrajes El Argentino y Guerrilla; el documental homenaje El Hombre Nuevo de Bauer Tristán, con imágenes y documentos inéditos facilitados por la familia y el gobierno cubano así como involuntariamente por las reticentes autoridades bolivianas, al momento de la grabación, fue premiado en Canadá en 2009 y Un hombre de este mundo de Marcelo Schapces,  mediante testimonios evidencia la calidad humana y el compromiso humanista de Guevara.

Desde luego, tiene atambién acérrimos malquerientes. El sociólogo Juan José Sebreli, conocido por su crítico ensayo Buenos Aires, vida cotidiana y alienación, en un  viraje ideológico total, en el libro Comediantes y mártires: ensayo contra los mitos, dedica un capítulo al Che con exhibición de erudición y cultura para intentar hacer incuestionables sus asertos. En su "nueva" óptica, el revolucionario no fue más que un joven amargado y vengativo por ausencia de familia, un aventurero mesiánico fugado de la literatura, un ególatra y narcisista, un ser mediocre, un farsante intelectual que vivió y murió para hacer de su muerte un mito y llevó a muchos a morir por egoísmo. Apenas muerto la CIA pagó una película difamatoria con argumentos por el estilo, que años despúes llevó al protagonsita, Omar Sharif, a protestar por haber sido vulgarmente utilizado.

Para que Sabreli le reconociera algo, según su diatriba, Guevara debió nacer aprendido y haberse comportado con los atributos del político cínico de hoy, calcular y engañar, renunciar a la indignación con la injusticia y a la utopía, abrazar el neoliberalismo y la democracia tutelada y ser adivino. En la misma línea, aunque más lugar común, Enrique Krause intenta abordar al Che en otro libro panfletario de la derecha latinoamericana. Por su lado la novela Método práctico de guerrilla, del joven autor brasileño Marcelo Ferroni, según la presentación de contratapa “utiliza las armas de la ficción para recuperar y traicionar biografías, diarios y declaraciones”, inventando un guerrillero brasileño y explotando morbosamente los momentos dramáticos vividos por la guerrilla, en la nueva tendencia de la industria editorial de alterar escandalosamente hechos históricos como atractivo de venta. Todo depende al final del cristal con que se mire pero al Che hay que mirarlo de frente.

El Che hoy III:Con la CIA y el FBI en los talones


En 1997, con motivo del treinta aniversario del asesinato del Che, la editora Ocean Press puso en circulación en inglés el libro El Che Guevara y el FBI. Documentos de la policía política de los Estados Unidos sobre el revolucionario latinoamericano, de los abogados progresistas estadounidenses Michael Ratner y Michael Steven Smith, editado en español en el 2000 por Siglo XXI de México. Contiene 109 documentos del FBI desclasificados en 1985 por solicitud de los autores amparada en la Ley de Libertad de Información. No acudieron a otras agencias, pero varios de los reportes reproducen informes de la CIA, el Consejo de Seguridad Nacional, el Departamento de Estado, embajadas estadounidenses y otras dependencias especializadas en espionaje y contrainsurgencia.

En la introducción, los abogados, basados en los archivos, constatan los estereotipos sobre los latinoamericanos incultos y antiestadounidenses por “celos y resentimientos infantiles” y deducen que en muchos casos los reportes están elaborados con información falsa pero plausible para el gobierno o consecuente con los deseos de las agencias o grupos interesados, como los supuestos desacuerdos entre Fidel y El Che por el liderazgo y el alineamiento internacional, las tensiones de Cuba con la URSS y China, el destino de Guevara una vez se ausentó definitivamente -lo veían en todas partes- y las especulaciones sobre su muerte -antes de Bolivia lo mataron varias veces-.

Según los registros, el Che fue motivo de seguimiento temprano, desde su paso por Miami al final de su primera excursión latinoamericana (“Diarios de Motocicleta”), en 1952,  el cual cesó en 1968,  meses después de su muerte en Bolivia, encontrándose informes de infiltrados en la guerrilla de la Sierra Maestra y transcripciones de discursos en vivo exclusivas. Si bien los documentos no son explícitos sobre planes para asesinarlo y están muy tachonados, en ellos es evidente que los servicios secretos se empleaban a fondo en neutralizarlo, mientras boinas verdes gringos asesoraban a los ranger bolivianos en contraguerrilla. Se corrobora así lo que ya habían demostrado varios años antes los escritores cubanos Adys Cupull y Froilán González, en el libro La CIA contra el Che, a partir de investigación de campo, entrevistas, incluidos ex-agentes de la central, archivos latinoamericanos y fuentes cubanas.

Una década después del libro Ratner y Smith, el levantamiento de la reserva de los archivos secretos por el Gobierno Clinton y el Congreso permitió a los periodistas Mario Cereghino, argentino, y Vicenzo Vacile, italiano, acceder a una documentación más amplia sobre el asunto, publicada en 2008 por RBA de España, con el nombre de Che Guevara Top Secret. La guerrilla boliviana en los documentos del Departamento de Estado y la CIA. Se trata de documentos de fuentes estadounidenses sobre la situación boliviana correspondientes a los años 1963-64 y 1967-68, algunos ya publicados por Ratner y Smith.

Refrescan hechos tan interesantes como el reporte del supuesto acercamiento del Che Guevara      -que Ratner y Smith deducen inducido por los agentes gringos- a Richard Goodwin,  representante del Presidente  John Kennedy, en una reunión en Montevideo en 1961 en búsqueda de un modus vivendi, que si bien no fructificó podría evidenciar las diferencias entre las vías diplomáticas del ejecutivo y las de hecho de los servicios secretos, o las dos caras de la misma moneda. Lo contradictorio, aunque no tanto viniendo de la diplomacia detectivesca de los Estados Unidos, es que documentos posteriores involucran al propio Goodwin tratando de influenciar con  falsedades, la información sobre las relaciones cubano-soviéticas para ambientar fracturas desfavorables a la isla caribeña. Las reuniones con el Che, con ocasión de la cumbre de Montevideo, provocaron los golpes de Estado que derrocaron a los presidentes Quadros de Brasil y  Frondizi de Argentina.

El intento de acercamiento, en apariencia, se repitió en diciembre de 1964, cuando a instancias de la periodista Lisa Howard -quien moriría en extrañas circunstancias- el senador Eugene McCarthy, candidato presidencial demócrata en 1968 contrario a la intervención en Vietnam y entonces cercano a Robert Kennedy, se encontró con el Che en un apartamento en Manhattan para tratar sobre alternativas para superar sus conflictivas relaciones en la perspectiva de una posible presidencia de su amigo, asesinado, como su hermano, un tiempo después. Enterado el Departamento de Estado desautorizó de manera fulminante tales acercamientos. Este hecho fue corroborado por el juez Jim Garrison quien sigue la hipótesis de un complot de la mafia, los anticastristas y la CIA en el asesinato de John Kennedy.

A partir de los archivos, los periodistas muestran  la desconfianza del embajador estadounidense Henderson sobre las alarmas planteadas por el gobierno boliviano acerca de la amenaza de guerrilla en su país y, luego, por la supuesta presencia del Che, que considera exageradas para justificar la petición de ayuda. El escepticismo del diplomático, aducen, se debía a que los servicios secretos lo mantuvieron al margen de la información y sus operaciones, por ser de la cuerda de Kennedy y aconsejar el respeto y no aniquilamiento de los prisioneros.

Tras deslizar un par de frases comprometedoras contra la URSS en la muerte del Che; basados en lo sostenido varias veces, años después, por el agente de la CIA Félix Rodríguez, quien intentó interrogar a Guevara -quien lo llamó  “gusano” por su origen cubano- y fue testigo de su asesinato, afirman que la orden de ejecución no provino de la agencia sino del alto mando boliviano asustado con las repercusiones internacionales de un juicio al guerrillero. Supuestamente, los agentes estadounidenses querían trasladarlo vivo a Panamá. De ser cierto, el temor y ciego anticomunismo de los militares bolivianos privó a los EE.UU. de la posibilidad de intentar utilizarlo para vapulear a Cuba y contribuyó a convertir al Che en un mito.

El Che hoy II: una imagen ubicua y sempiterna


Acaba de ser subastada en Viena, por cerca de 10 mil dólares, muy por encima del precio base, la foto del Che Guevara que con el tiempo se convirtió en icono de la rebeldía universal y es una de las más importantes y la más reproducida de la historia de la fotografía, junto con otra también famosa de Rene Berri, tomada en 1963, que muestra al revolucionario fumando tabaco. El 4 de Marzo de 1960, apenas unos meses después del triunfo de la Revolución Cubana, un sabotaje de la CIA hizo estallar en el puerto habanero la embarcación La Coubre que contenía munición de origen belga comprada por el gobierno revolucionario, causando decenas de muertos. Al día siguiente, en segundo plano de la tribuna de la ceremonia fúnebre, hizo discreta presencia el Che. En algún momento,  mientras Fidel honraba a los mártires y señalaba a los criminales, Guevara se asomó a ver la multitud indignada.

El fotógrafo Alberto Korda obturó su máquina captando un instante que trascendió el siglo en una hermosa fotografía. Al  centro, en medio plano, el Che bravío. De la boina negra adornada por la estrella de cinco puntas, insignia del grado de Comandante, caía una desordenada melena al viento, resaltada por la chaqueta de cuero cerrada hasta el cuello. Su mirada herida, profunda y viril  reflejaba el dolor del pueblo en la plaza. A la derecha, tras él, una palmera cubana. En el flanco izquierdo, distante, un hombre a quien con los años se identificaría como Jorge Masetti, periodista argentino fundador de Prensa Latina, muerto en un intento de implantación guerrillera en ese país. En otra toma del rollo, en la primera fila de la tarima,  un poco delante del Che, Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre,  filósofos y escritores existencialistas que encontraron en Cuba una esperanza, escuchan la prédica iracunda y acongojada  de Fidel.

En su laboratorio, Korda recortó la foto dejando al Che solo lindando con el cielo y la tituló El Guerrillero Heroico. Al comienzo fue utilizada para ilustrar avisos de prensa de convocatorias a eventos y charlas del Comandante. El fotógrafo facilitó algunas copias a amigos y visitantes extranjeros. Tras la especulación sobre  su presencia al mando de un destacamento guerrillero en Bolivia, la revista parisina Paris Match la usó como portada. El editor comunista milanés Giangiacomo Feltrinelli, a quien Korda había regalado un par de impresiones, la reprodujo en un millón de afiches con la frase de despedida de la carta a Fidel, Hasta la victoria siempre, para hacer visible a la guerrilla boliviana, y con ella ilustró el Diario del Che en Bolivia que puso a circular por el mundo un año después de su muerte, luego de la edición oficial en Cuba, que fue posible gracias a que el arrepentido Ministro del Interior de Bolivia lo hizo llegar a La Habana junto con las manos del guerrero, que los militares le habían cercenado para probar su identidad.

Sobre el mismo retrato, el artista  cubano Frémez hizo la primera versión gráfica en su país, para el afiche de convocatoria al homenaje de  despedida del guerrillero, configurando el rostro con una trama de puntos negros difuminados con intensidad ascendente, acompañado abajo con la leyenda Hasta la victoria siempre y la firma del Che, también en negro, todo en fondo rojo, el color del único papel de que se disponía. Sobre una bandera de Cuba, la imagen agigantada, escogida por Celia Sánchez Manduley, cubrió el edificio del Ministerio del Interior, vecino a la Plaza de la Revolución, en el acto solemne del 18 de Octubre de 1967, y luego fue silueteada en acero en el mismo lugar, como recuerdo perenne.

El irlandés Jim Fizpatrick, con su versión al estilo de la Marilyn Monroe de Andy Wharol,  afianzó la universalidad del ícono de un personaje que ya era figura mundial. Fue la contribución del pop-art, en pleno auge entonces  (junto con The Beatles, la píldora anticonceptiva, el movimiento esudiantil y el repudio a la agresión estadounidense a Vietnam), que con la simplicidad de perfiles y superficies de su concepción reduccionista, estereotípica e igualitaria,  facilitó la reproducción de la imagen con aerosoles, screen, siluetas, offset y otros medios fácilmente disponibles, con los que se fijó en volantes, afiches, paredes, camisetas y pendones que caracterizaron e identifican movilizaciones y rebeldías.

Así, la foto se convirtió en el símbolo del movimiento contestatario que sacudía a Occidente a finales de los años 60, una  década de cambios, y en adelante ha inspirado  la creatividad de la plástica cubana y mundial y con variaciones de todo tipo recorre el mundo con su significado de indignación, indocilidad, reto y clamor de justicia. Su popularidad, desde luego, también la convirtió en objeto de consumo, lo que, sin embargo, no reduce el significado, como se analiza ligeramente, porque quien diseña los productos o los porta o usa sabe de qué valores y actitudes se trata, así el objetivo para unos sean las monedas y para otros la exhibición.

La fascinante historia de la foto, sus aplicaciones artísticas  y usos comerciales fue apreciada con el nombre de Narrativa de un relato: el Che de Korda, en el Museo de la Fotografía de los Ángeles, el Victoria y Albert Museum de Londres,  el Centro Internacional de la Fotografía de Nueva York y en la Tiennale Bovisa de Milán y, en 2008, con algunas modificaciones, en  el Palacio de la Virreina de Barcelona, bajo el título ¡Che! Revolución y Mercado, exhibiciones preparadas por  Trisha Ziff, quien junto con Luis López dirigió, a partir de la muestra, el documental  Chevolución, con testimonios de admiradores del Che como Gael García, Antonio Banderas y Garry Adams del IRA; la hija de Korda y Liborio Noval, otro fotógrafo de la Revolución, recientemente fallecido.

Si Korda logró el retrato que dio a conocer al Che en el mundo y lo convirtió en ícono de la rebeldía, el fotógrafo boliviano Freddy Alborta, admirador de Guevara, con los 77 registros de su aprisionamiento y muerte, logrados, como lo reconociera, en un ambiente de misticismo y misterio pero negando que tuviera intenciones de darle una dimensión religiosa –la que sin embargo impregnaba el escenario con campesinos en oración penitente y el Che yerto sobre una alberca como arquetipo de la muerte en Occidente-,  logró encuadres que aseguraron su canonización. Según el crítico inglés John Berger, al comparar esas fotos con las pinturas clásicas La lección de anatomía del Doctor Tulp de Rembrant y Cristo en escorzo de Mantegna -a las que debe agregarse  El Cristo muerto de Holbein el joven y  la mítica pasión de Cristo-, la composición tradicional del cuadro empleada por Alborta, inmersa en el imaginario colectivo occidental, enlaza sus registros con esas representaciones de Jesús, dándoles una aureola de misticismo.

Con  las fotos los militares buscaban mostrar la veracidad de la muerte,  para lo cual incluso limpiaron el cuerpo, despojándolo de andrajos y barro, y acicalaron el rostro de Guevara, pero el arte y la magia de la fotografía, con los misterios que rodearon las instantáneas, potenció la mitología.  Hoy aún se venera a San Ernesto de La Higuera, el profeta martirizado. Pero para la acción, sigue hablando la foto de Korda en las marchas estudiantiles latinoamericanas, las acampadas de los indignados europeos, el  Occupy Wall Street, la lucha palestina y las barriadas africanas. En todo lugar donde se rebelan o resisten los de abajo.