La cantora que honró la vida
“No...
Permanecer y transcurrir
No siempre quiere sugerir
Honrar la vida.
Hay tanta pequeña vanidad
En nuestra tonta humanidad
Enceguecida.
Merecer la vida es erguirse vertical
Mas allá del mal, de las caídas”.
Apenas dos semanas después de que “El Morocho”, Carlos Gardel, muriera en un accidente aéreo en Medellín, Colombia, el 9 de Julio de 1933, Día de
Llegó a la música popular de la mano de ese cantor y juglar magistral que fue Jorge Cafrune, presente en alguna generación de colombianos por la versión dulzona que hiciera Oscar Golden de El cacique y la cautiva pero desconocido en la profundidad y belleza de sus coplas de payador perseguido.
En el histórico Festival de Música Popular de Cosquín, Mercedes Sosa comenzó una hermosa carrera artística que junto con los atributos de su canto, su culta formación, un exigente criterio para la escogencia de su repertorio y el perenne compromiso por la justicia y la paz, la convirtieron en “La voz de América Latina”.
Siempre acompañada de excelentes músicos y compositores gauchos -algunos parte de su familia como Víctor Heredia, Nicolás Brizuela, León Gieco, Chango Farías, Antonio Tarragó. Eduardo Falú y Peteco Carabajal- convirtió en himnos de las luchas latinoamericanas por su esencia, decoro, dignidad y vida, canciones como Años de Pablo Milanés,
Cuanto escenario de valía hay en el mundo tuvo su presencia ante auditorios conmovidos. Hizo dúos fantásticos con Milton Nascimento, Chico Buarque y Caetano Veloso, con Charly García y Fito Páez y con una veintena de artistas de fama internacional que en buena hora concursaron para hacerle un monumental homenaje en vida como fueron los dos volúmenes de Cantora, su última producción, entre ellos Sahkira (
Como artista comprometida y de coraje sufrió amenazas, la cárcel y el exilio de parte de la dictadura criminal que azotó a su país en los 70 y 80 del siglo XX. Los sandinistas en
“Política no tiene que ser sinónimo de corrupción, tiene que ser otra cosa”
En la biografía construida a través de una extensa entrevista concedida al poeta y periodista Rodolfo Braceli, expresó criterios y frases que en este momento del continente y el país invitan a pensar:
“Si lo revolucionario pasa por matar gente así como así, no, no soy revolucionaria ni lo quiero ser, ni lo puedo ser. Ya lo dije: ni jugar con los cuchillos nos dejaba mi papá. Por otra parte no soy capaz de matar un pollo. Yo sigo creyendo que las revoluciones se hacen con la conciencia de mucha gente y no con las armas de unos pocos”
“…que no vengan a decir que ya no hay izquierda ni hay derecha. ¡Que se dejen de joder con eso y coman mierda! Cómo no va a haber izquierda si hay derecha. Es más: hay más derecha que nunca. Mentira que se murieron las ideologías. Quienes dicen eso hacen ideología. ¡Ideología de derecha, por supuesto!...Que casualidad, los que todo el tiempo dicen eso son de derecha”
“…Yo soy de los que piensan que lo que está podrido no es la política en sí, sino una cantidad de políticos. Son cosas diferentes. La política es necesaria… No se quien dijo que no hay que terminar con la política, que hay que empezar con la política. Política no tiene que ser sinónimo de corrupción y de coima y de esas mierdas. Tiene que empezar a ser otra cosa. También de nosotros, de cada uno, depende que empiece la política entendida de otra manera y no como una oportunidad para llenarse los bolsillos robando”
“Mientras haya tipos nefastos que sigan apropiándose de la política, humillando a la gente pobre con prebendas, papeloneando con rubias teñidas de tetas falsas y falsos ojos celestes, mientras siga esto así esta patria no va a cambiar…es decir cada vez peor. No vamos a salir de esta mierda”
“Aquí ha habido mucha indiferencia y mucho silencio mientras el país se entregaba a paladas. Y esto que parece una democracia viene siendo una dedocracia, una autocracia. Hay personajes que para ubicarlos ya ni hace falta nombrarlos con el nombre y el apellido. Definirlos cuesta mucho, o no cuesta nada: son unos hijos de puta. Ellos son los autores del hambre…Esto es una mafia. Es muy amargo lo que digo…No odio a esa gente, no se vaya a pensar. Yo los desprecio”
“¿Por qué me enfurezco así con el capitalismo? Porque estoy contra la violencia. Porque estoy contra todas las guerras y más contra las guerras preventivas. Algo así como decir yo te mato por las dudas…Guerra preventiva, algo así como crimen preventivo”
“Estoy contra la violencia, digo, y entonces estoy contra la desocupación, porque la desocupación destruye la familia y eso es violencia, ¿no? Y estoy contra el hambre, porque el hambre destruye los cerebros y las vidas, y eso es violencia, ¿no?...Si no me equivoco todo eso es violencia, violencia que mata el presente y condena a un futuro peor”
“Por lo demás, ¿quien puede afirmar hoy que el capitalismo es un éxito? El capitalismo maneja el mundo ¡y lo que sobra en el mundo es el hambre, la desocupación, la enfermedad, el analfabetismo! Tal como van las cosas, si fuera cierto lo que no es cierto, es decir si fuera cierto que ya no hay más izquierda, a la izquierda habría que inventarla ¡urgente!”
¡Hasta siempre Negra! Te digo con Teresa Parodi:
“Mercedes, salmo en los labios
amorosa madre amada
mujer de América herida
tu canción nos pone alas
y hace que la patria toda
menudita y desolada
no se muera todavía
no se muera porque cantas”
Saludos a Don Atahualpa Yupanqui, a Jorge Cafrune, a Violeta Parra, a Alfonsina Storni y a Víctor Jara. Tus canciones se cantan con el alma. Se equivocó la paloma, El cosechero y Al jardín de
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