martes, 9 de junio de 2009

¡Mátese media vaca!

CERINZA. BOYACA.

El siguiente relato fue hecho el día jueves 28 de mayo, en el taller del Grupo de Trabajo Municipal Permanente (GTMP), dentro del marco del Proyecto que impulsa la Participación Ciudadana en la vida municipal. Varias personas del Proyecto integran la Veeduría Ciudadana, según la Ley 850 de 2003.

Un ciudadano campesino (Oscar Orlando Castro Rodríguez) sacrificó una res en su vereda, para ganarse unos pesos. Pero el matadero de Cerinza fue cerrado y no se pueden sacrificar animales.

La acción fue denunciada ante la autoridad municipal y la Policía decomisó la carne, que fue examinada para saber si se podía utilizar como alimento. Los exámenes dieron resultados positivos.

Según el campesino, la res pesaba 18 arrobas. Según alguna autoridad, la res pesaba 14 arrobas. Según la normas, a la carne se le debe dar un uso social, es decir, debe ser entregada, por ejemplo, a los restaurantes escolares, ancianato, familias pobres, etc.

Las autoridades entregaron 5 libras a la escuela de la vereda Novaré. Y dos arrobas, a la Institución Educativa No. 1 (primaria), del casco urbano.

¿Y el resto?

Se organizó una comilona festiva, desde las diez de la mañana hasta la cinco de la tarde, el sábado 16, en la casa del Secretario de Planeación, Ingeniero Alfredo Sotaquirá.

¿Quiénes fueron los comensales?

En primer lugar, los funcionarios de la Alcaldia, algunos policías y algunos concejales.

El Alcalde no estuvo presente pero le enviaron su plato.

La Señora Ligia Vega de Álvarez, Veedora Ciudadana, se hizo presente en una sesión del Concejo Municipal e interpeló a los concejales por su falta de debate político ante tal acción, y por la falta de ética de quienes estuvieron en la comilona. Sus palabras, obviamente, no fueron bien recibidas.

Hay un ciudadano (Carlos Báez) que sacrifica reses y nunca ha sido llamado al orden por la autoridad.

Muy pronto, por el “correo informal” se le hizo saber a la Señora Ligia Vega, que iban a colocarle una denuncia por calumnia. Ella le respondió al “mensajero”: “Que lo hagan que yo estoy con la verdad”.

Relato de Héctor Torres

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